Amor. Una palabra tan sencilla pero con un significado tan hermoso. Hay mucho por decir del amor, pero nadie se atreve a hablar de él.
¿Qué se oculta a través de aquel sentimiento? Será quizás algo que muchos no entienden, algo que para otros es ine...
Aquella noticia dejó a cada uno de los estudiantes de fin de año con la boca semiabierta sin esperar que lo que leyeron fuera real. El vacío de los pasillos fue apoderado por las voces ajenas que resonaban en cada rincón. Sus corazones se aceleraron y ninguno pudo evitar sonreír. Los profesores mantuvieron la calma para cuando sus alumnos empezaron a gritar de la emoción. Solo quedaba un par de semanas para terminar la secundaria y eso significaba que el viaje sería pronto.
William sacudió los hombros de Valentine mientras ella agarró el brazo derecho de Aurora para molestarla. Los tres se pusieron al lado de sus compañeros y se unieron a ellos en una ronda de saltos y risas.
Las miradas curiosas se cruzaron y se desviaron al presenciar el acercamiento que tenían. No se había percatado de que Joanne estaba en frente de ella. Valentine intentó salir de aquel caos que se desató en aquellos movimientos. Sus ojos apuntaban al suelo sin querer mirar de nuevo a aquellos ojos negros que creía que aun seguían puestos en ella.
El círculo que habían armado se iba deformando en choques con los compañeros que estaban adelante, por lo que con todas sus fuerzas trató de no acercarse y salir de ahí. Aurora y William la observaron con las cejas levantadas mientras intentaban descubrir lo que quería hacer.
—¿Estás bien? —Salieron de aquella diversión para asegurarse de que Valentine no se había ahogado en ese montón de gente.
—Si, es que estaba muy cerca de Joanne.
—¿Es en serio? Deja de ignorarla —respondió William— y nosotros dos sabemos que te gusta, no lo niegues
—¡No me! —fue todo lo que dijo al ver a Joanne a unos pies cerca de ella. Su rostro se tensó y miró fijo a sus dos amigos que veían la situación con ideas pervertidas, William le guiñó un ojo y actuó con demencia al ver a Joanne observando a Valentine.
Aurora se retiró lentamente y salió del salón al escuchar a los preceptores decir que se retiraran del aula. En cambió Valentine no supo cómo reaccionar, agarró el brazo de William con fuerzas y salieron juntos.
Los tres se sentaron en las bancas del patio trasero de su escuela y Aurora y William no pararon de reírse
—Cuenten qué es tan gracioso —. Valentine se cruzó de brazos y piernas con un notorio rubor en sus mejillas.
—¿Por qué te pones tan nerviosa cuando está cerca tuyo? Después no digas que no te gusta.
—No me gusta —Apretó los dientes—. Ya les dije que me cae mal.
No creían en aquellas palabras que eran emitidas por Valentine. Pero solo asintieron con la cabeza y sacaron algún otro tema de conversación a la luz.
El viento caluroso recorrió por donde ellos estaban. Valentine apoyó su cabeza en el respaldo de la banca y miró el cielo despejado. Por un momento cerró los ojos y escuchó el sonido de los pájaros y del viento cuando golpeaba con las ramas de los árboles. Su mente se distrajo en aquella figura femenina, con su mirada dominantes y su cabello negro como sus ojos.
William permaneció en la curiosidad por saber en que tanto pensaba, intercambió gestos y palabras sin sentido con Aurora, aunque nada hacía que Valentine se moviera o diera un indicio de algo.
—Vamos a comprar comida, ya volvemos —Valentine apenas escuchó algo de lo que William le había dicho. No reaccionó tanto como ellos querían, pero fue suficiente como para saber qué hacer.
Imaginó aquella suave mano pasar por su rostro, los toques que necesitaba para sentirse deseada, aquellos roces en un abrazo inseparable. Un frío seco recorrió su piel y un escalofrío surgió por toda su columna. Mojó sus labios con su saliva y escuchó su voz decir su nombre muy cerca de su cuello hasta sentir los labios ajenos rozar con su cuerpo.
Abrió los ojos de golpe al haberlo sentido tan real. Movió ligeramente su cabeza para despejarse de los pensamientos que tuvo con ella. No quiso volver a imaginarla aunque sea a unos milímetros cerca de ella. Rechazó todas esas emociones que había desatado con solo pensarla.
«¿Qué me pasa?»
Esperó en el mismo banco a sus amigos mientras se movía de un lado a otro. Pero el timbre sonó y volvió al salón.
—¿Dónde estaban?
—Fuimos a comprar, pero había mucha gente —dijo Aurora con las esperanzas de que Valentine le haya creído.
✧・゚: *✧・゚:*
El timbre volvió a sonar y por fin ya podían irse cada uno a su casa, pero el desorden que tenía Valentine en su escritorio la demoró. No era la única que aún seguía en el salón. Sus amigos la estaban esperando en la puerta del aula ya ambos con sus mochilas preparadas.
Aurora miró el reloj en su celular y con un simple gesto apuró a Valentine. William apretó su mandíbula para aguantarse las ganas de reírse y sostuvo con firmeza el picaporte de la puerta.
Valentine recogió todas sus cosas y la ordenó. Agarró su mochila y antes de poder dirigirse hacia el pasillo, sintió un tirón en su muñeca.
—Valentine —Su voz apurada llamó la atención de Valentine. Se dio la vuelta para mirar a Joanne detrás de ella mientras sostenía su muñeca.
Despacio y casi sin que ella lo notara, William cerró la puerta con seguro y la saludo con la mano y una sonrisa en su rostro que indicaban su plan.
—¿Qué hacen? —preguntó Valentine a sus dos amigos que maliciosamente habían ideado aquel acontecimiento. Aurora le señaló con su mano que todo iba a estar bien.
—Tu confía —Ambos se retiraron y dejaron a solas a las dos.
«Mierda»
volteó a mirar aquel rostro que no dejaba de observar sus ojos celestes. Inhaló y exhaló. Sus manos empezaron a sudar y revolvió su mirada a todos lados del salón al no saber qué hacer.
—No te enojes, quiero ser sincera contigo —Soltó su mano aunque no quería hacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.