Narrador omnisciente.
Lindsay disfrutaba demasiado el oral que Leandro le brindaba pero también disfrutaba masturbar a los otros dos presentes.
Leandro se separó de ella para agarrarla y ponerla en cuatro y después de ponerse un preservativo que ya tenía a mano, se hundió dentro de ella sin previo aviso logrando que la menor largue un gemido muy sonoro.
-Mi amor como gemis putita- Dice enzo para posarse delante de su cara y acercarle su miembro -A ver chupa-
Ella rápidamente obedece y lleva la pija del menor a su boca directamente, metiendo toda dentro suyo.
-Que puta que sos pendeja - Dice Lisandro mordiéndose el labio y acercándose también para mostrarle su pija y que ella ahora meta esa dentro de su boca.
Metía y sacaba una y otra vez, unos segundos cada una, mientras que Leandro aumentaba la velocidad de sus embestidas por la calentura que le brindaba ver a sus amigos disfrutar de esa manera el oral que les daba la rubia.
Unos minutos después Leandro sale de dentro de Lindsay y saca el preservativo para ponerse en el lugar de Enzo el cual gustoso se acerca a la menor para después de ponerse también el un preservativo da una nalgada y después entra dentro suyo.
Metía y sacaba su pija de dentro de ella logrando que sus gemidos se escuchen en toda la habitación. A la vez que se ganaba un insulto por parte del entrerriano por dejar de hacer el oral.
Lisandro tomo del cabello a la rubia y así logro que chupe su pija con más rapidez y brusquedad.
Tanto el como Leandro estaban demasiado exitados al ver la cara de la rubia llena de lágrimas, con el pelo pegado a sus mejillas y el rimel corrido.
-Asi se deja a las putitas- Se anima a decir Leandro y ella asiente recibiendo un golpe nuevamente de Enzo.
(...)
Después de mucho tiempo de estar disfrutando del cuerpo de Lindsay, Lisandro se pone encima suyo y comienza a penetrarla poniendo las piernas de ella en sus hombros y moviéndose con fuerza dentro suyo.
Los otros dos al haber avisado que estaban cerca de acabar, se pararon frente a la cara de la chica y comenzaron a masturbarse mientras disfrutaban de verla a Lindsay gozar por el placer que le brindaba su amigo.
Lindsay no aguantaba más, sentía que iba a romperse de tanto placer que estaba recibiendo.
Era la primera vez que Lindsay hacía el famoso cuarteto. Y no se arrepentía en absoluto. Más con estos tres hombres que para ella estaban tallados por los mimos dioses.
Disfrutaba ver sus cuerpos, sus expresiones y sobre todo la forma tan brusca y guaranga en que le hablaban.
Cómo le remarcaban todo el tiempo que era una "puta" lo cual lejos de ofenderla más bien la exitaba aún más.
Ella sabia lo que los demás opinaban de ella, pero sabía perfectamente que ellos no lo decían de mala manera, sino más bien en forma de halago, por así decirlo.
Mientras se auto acariciaba sus senos sintió un liquido caliente en su rostro, cerrando sus ojos por si acaso y notando como Lisandro sale de dentro suyo por lo que se obliga a abrir los ojos y ver así como retira el preservativo y larga todo su líquido en su abdomen.
-El mejor polvo que tuve loco- Dice Enzo secándose la transpiración de la cara.
-Gracias por convencerme- Rie Leandro.
La rubia ignorando lo que hablaban los amigos, se va al baño a higienizarce y después de que los demás hacen lo mismo, los cuatro se dirigen a la cama.
Se acuestan los 3 hombres juntos quedando en medio Leandro, por lo que ella se acuesta arriba suyo y al cabo de unos minutos todos se duermen.
Narra Enzo.
Despierto al sentir como alguien me pega un manotazo y cuando miro fue Leandro pero dormido.
-La concha tuya bostero forro- Me quejo logrando que este se despierte y me mire confundido. -Me pegaste gil-
-Perdoname- Me responde riéndose y Licha también despierta al escucharnos.
-Y la rubia- Pregunta y levanto mis hombros.
-Ni idea- Me levanto y me cambio junto a ellos para salir los tres juntos de la habitación en busca de Lindsay.
Ney nos sonríe una vez que entramos al comedor y Camila de igual manera pero un poco más tímida.
-Buen día chicos- Habla con su acento portugués -Lindsay se fue cuando se durmieron pero si quieren pueden quedarse -
-¿Apenas nos dormimos se fue?- Preguntó Leandro recibiendo un asentimiento del brasilero.
-Ella no duerme con nadie- Habla ahora sí Camila -Es su lema- Ríe
-Esta bien, nos vamos entonces amigo, gracias por dejarnos estar acá - Habla nuevamente Leandro.
Después de saludar y esperar a que un auto nos acepte el viaje nos fuimos.
(...)
Al llegar a mi casa lo primero que escucho son reclamos, uno tras otro, obviamente de Valentina.
Ya estaba cansado, era todos los días la misma historia.
Se que está mal serle infiel, pero ella disfrutaba de esta vida y por eso lo toleraba.
Sabía que ella también me era infiel, y peor aún con alguien de nuestro círculo cercano, pero decido no decir nada por mi hija.
Olivia disfruta de sus padres juntos por lo que no me importa tener que estar escuchando los reclamos de Valentina, con tal de que siga fingiendo la familia feliz.