Narra Lindsay.
Inhalo y exhalo nuevamente, estoy demasiado nerviosa.
Nunca me había preocupado tanto algo como ahora, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar.
Nosé si era por las mujeres de los chicos o si era por Enzo, creo que ambas en misma cantidad.
Me observo a mí misma nuevamente, tenía puesto un jean, unas zapatillas simples, una remera escotada como siempre y una campera corta.
Estoy bien creo yo, siempre critique a las mujeres como Valentina que caían con tremendas botas a la cancha, más a un entrenamiento.
Uno... Dos... Tres... Vamos Lindsay.
Entro en el campo, y comienzo a caminar.
De inmediato las miradas de las mujeres se fijaron directamente en mí pero yo sigo caminando.
-GORDA VENÍ - Grita Karen así que voy directo a ella -Pense que no venías -
-No iba a venir- Admito sentándome a su lado -Te juro que siento que me están matando con la mirada-
-Es que si, pero bueno, ninguna es santa- Dice ella levantando sus hombros -Se hacen las ofendidas pero a Ailén la aceptaron al toque, son unas taradas -
-¿Te caen mal?- Pregunto curiosa y ella asiente.
-No todo es como parece, no somos unidas como hacen creer- Empieza y yo le presto atención -Cada una tiene su grupito, y las que te odian son las peores, se hacen las vivas porque la mujer del Fideo se junta con ellas, son más tontas-
Reí al escucharla y mire al campo de juego. Corrían de un lado a otro.
-¿Y Barbi?-
-Al final llega mañana creo-
Asiento y siento como alguien se sienta al lado mío.
-Holis, soy Caro- Dice sonriéndome y yo la saludo.
-Lindsay un gusto- Sonrío.
-¿Ay Caro como vas a venir?- Pregunta Karen en tono burlón haciendo que riamos.
-Yo no me meto en esas cosas, yo me ocupo de mí maridito y ya está -
-Es que así debería ser- Responde Karen y solo asiento.
-Ojo, estuve mal yo pero bueno, lo hecho hecho está- Admito.
-Y si, ninguna es santa aca- Dice Caro por lo que sonrío un poco tranquila.
-Aguantan cuernos siempre por la plata no por amor, por ejemplo hace unos meses Exe estaba casado con Yesi y bueno un re quilombo pero se separó porque quiso- Habla ahora Karen.
-Mira, ellas saben pero por comodidad se quedan- Caro levanta sus hombros. -El problema con vos es que ahora sos la oficial de Licha, y nunca pasó algo asi-
-Ay basta ya no aguanto- Respondo riendo.
-Hay que ser caradura-
-Son así boluda que esperas-
-En cualquier momento agarra otro-
-Si es que no lo hizo ya-