¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Veo el estado de Camila y me doy cuenta que Lindsay ya está en Inglaterra nuevamente.
Hace una semana atrás fue lo de Italia y yo aún seguía mal.
Me cuesta mucho estar bien, no encuentro sentido a estar sin Lindsay.
Sigo sin entender que es lo que me hizo.
Yo no sabía que se podía enamorar de alguien en tan poco tiempo pero con ella lo había comprobado.
Lo que me hacía sentir era algo de otro nivel.
Me encantaba ella, la amaba completamente.
Su cara dormida, su sonrisa, su cara de culo, sus ojos, su cuerpo, su voz, sus caricias, la manera en que me hacía el amor, sus besos, todo en ella era perfecto para mí.
El tiempo que convivimos hizo que lo que sentía por ella se haga más fuerte.
Después de mucho tiempo estaba siendo completamente feliz, y de un día a otro la perdí.
Perdí esa felicidad que me había brindado.
Sin pensarlo dos veces me subí al auto y empecé a manejar en dirección a lo de Lindsay.
Soy capaz de quedarme durmiendo afuera de su casa, no me importa si alguien me reconoce, no me interesa nada.
(...)
Dos horas después llegué, el portón estaba abierto cosa rara ya que ella solía cerrarlo.
Por más que vivía en un barrio privado no le gustaba que quede abierto.
Cuando estaciono el auto noto que hay otro más además del de Lindsay.
El corazón se me empezó a acelerar, ¿estaba con alguien?
Cuando me bajo de mí auto veo al otro y veo un hombre algo mayor apoyado contra este.
Cuando cruzamos miradas estaba serio, me acerco a él y agacha la mirada.
-Hola que tal, ¿se encuentra Lindsay?- Pregunto en inglés y su mirada se cruza con la mia, solo que ahora él estaba mirándome con pena.
-Por favor, no deje sola a mí niña- Susurra y me adentro en la casa cuando escucho un grito.
-VOS NO APRENDES MÁS, NUNCA VAS A APRENDER. SOS UNA PENDEJA DE MIERDA, TE PENSAS QUE POR VIVIR SOLA VAS A HACER LO QUE QUIERAS?- Con cuidado empiezo a caminar hacia donde escuchaba la voz -TENEMOS UNA REPUTACIÓN QUE MANTENER, SOMOS UNA FAMILIA RECONOCIDA, POR TU CULPA TENEMOS QUE ESTAR LIDIANDO CON MIRADAS QUE NOS JUZGAN. NOS ARRUINASTE LA VIDA SIEMPRE, SIEMPRE HACIENDO PELOTUDECES, SIEMPRE PENSANDO QUE PODES HACER LO QUE QUIERAS-
-Siempre hice lo que vos me pediste- Susurra Lindsay la cual estaba sentada en una silla.
Esa imagen me rompió el corazón, miraba sus manos. Parecía una nena chiquita.
-¿Encima me contestas hija de mil puta?- Había una mujer rubia frente a ella, supongo que es su mamá. Completamente delgada y bien vestida. -Me mate criandote, enseñandote como comportarte, enseñandote modales y todo para que? Para que seas una puta de mierda, me das asco-
-Señora, ¿que le pasa?- Pregunto enojado y ambas rubias me miran. -¿Quien se piensa que es para hablarle así?-
-¿Y quién carajo te pensas que sos vos para meterte?- Pregunta poniéndose delante mio. Era igual a Lindsay solo que vieja. -Mira hijita, vino el villero a salvarte -
-Ella es grande no tenes derecho a meterte en lo que hace o deja de hacer. Le manejaste toda la vida y ahora pretendes venir y gritarle cuando ni siquiera vive con vos-
Lindsay se levanta y se pone al lado de nosotros, pero ni siquiera me dirige la mirada.
-Decile que se vaya - Ordena su mamá pero ella se queda callada mirándola solo a ella.
-No me voy a ir, no la voy a dejar sola con una mina como vos - Digo enojado -Te dije que no te iba a dejar sola nunca- La madre de Lindsay empieza a reír.
-¿No la vas a dejar sola?- Pregunta riendo -¿Y que hiciste hace unas semanas atrás? ¿Te pensas que porque no vivo con ella no se lo que pasa en su vida- Lindsay no emitía palabra alguna solo miraba a su mamá - A ver si dejas de ser tan estúpida por alguna vez en tu vida Lindsay.- Dice agarrando la cara de ella.
-Andate- Susurra ella al fin.
-¿Me estás echando a mí que soy tu madre?- Pregunta levantando nuevamente la voz.
-Si, quiero que te vayas, andate de mí casa, andate de mí vida, déjame en paz por favor- Pide con la voz quebrada -¿Cuánto más daño me querés hacer?-
-Siempre quise lo mejor para vos, que seas una mujer echa y derecha, que triunfes en la vida, que seas alguien- Dice sonriendo -Y mira, no sos mas que una puta-
-Basta mami, por favor- Vuelve a susurrar Lindsay, me estaba matando completamente.
-¿Vas a ser madrastra?- Pregunta dedicándome una mirada súper corta y volviendo la vista a su hija -¿Te pensas que esté villero te quiere? Míralo, una hija, otro en camino. Futbolista. Gran listado de amantes. Te pinto un mundo de arcoiris viviendo con vos, pero te cogió un par de veces y cuando su mujer volvió de Argentina te pego una patada en el orto. ¿Sabes por qué? Porque solo servis para eso, para sacarle la leche a los tipos como este villero-
-¡Tomatela de acá!- Le grito parandome frente a ella haciendo que se ría.
-¿Te molesta que le diga la verdad, Enzo?- La vena en mí cuello siento que iba a explotar, el enojo que tenía mi ser era algo nunca experimentado con anterioridad -Siempre fuiste una decepción pero ahora simplemente me das asco, nunca vas a aprender. Olvídate que tenés papás- Le dice por última vez y se va de la casa.
Me acerco rápidamente a Lindsay y solo miraba sus pies, no decía nada.
-Gorda- Susurro agarrando su cara logrando que al fin me mire.
Esa imagen me destruye. Sus ojos completamente rojos, con su delineado todo corrido. La nariz roja, los labios hinchados y su cara empapada.
Su mirada estaba fija en mí, y sus ojos me demostraban que estaba completamente rota.
Saber que yo ayude a qué ella se rompa aún más me mata todos los días.
-Enzo, quiero que te vayas- Pide dejando caer una lágrima más.
-No me voy a ir, no te voy a dejar sola. Yo te cuido mí amor-
-Ya me dejaste sola- Dice sonriendo con tristeza. Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas y ella suspira -Por favor Enzo, andate, no me desordenes más la vida...-
