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Me quedo un rato viendo el estado de Lindsay, yo no puedo explicar lo mucho que me encanta.
Para mí es hermosa, de otro planeta.
La típica es que las minas se enganchan rápido, que se ilusionan. Pero ahora soy yo ese.
Jamás en mi vida una mina me había flechado de esa manera, nosé que me hizo.
Y ahora nosé que hice yo para que no me conteste.
Desde hace tres días le vengo mandando mensajes y me deja en visto.
Las llamadas me las rechaza.
Realmente puedo decir que me duele, me duele porque me acostumbré a ella.
Me acostumbré a nuestras llamadas o video llamadas.
Los mensajes hablando de boludeces.
O cuando podemos vernos hacerle el amor.
Tenerla acostada encima mío.
La extraño demasiado.
Decido mandarle nuevamente un mensaje perdiendo más la dignidad y bloqueo el teléfono.
Veo como Valentina sigue preparando sus cosas, en unos días se va a Argentina por unos días porque mi mamá viene acá a Londres.
Agarro el teléfono cuando suena y suspiro al ver los mensajes de Lindsay.
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Narra Lindsay.
Rechazo una vez más una de las tantas llamadas de Enzo y sigo haciendo lo mío.
Hoy me tocaba día de limpieza profunda en mi casa y ya estaba por terminar.
Pero quiero escuchar un tema así que entro agarro mi teléfono nuevamente...
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Bueno supongo que es hora de hablar con él.
📞Enzoelmaslindo
-¿Que queres Enzo?-
-¿Gorda que te hice?-
-Te haces el pelotudo encima, ¿no entendés que no quiero hablar con vos?-
-Pero quiero saber que hice mal boluda te juro que no entiendo nada-
-Enzo si no querés que te bloquee de todos lados déjame en paz de una vez por todas me escuchaste-
Fin de la llamada.
(...)
Narrador omnisciente.
Después de que Lindsay le dijo esas palabras a Enzo el no volvió a llamarla ni enviarle mensaje, porque lo que quedó tranquila.
Ni bien termina de limpiar se da una relajante y larga ducha.
Se pone ropa cómoda, y se decide por ir a tomar unos mates a la vez que enciende un sahumerio.
Cosas que ella consideraba "pequeños placeres de la vida".
La tranquilidad que Lindsay estaba sintiendo se vio interrumpida por un quejido de hombre.
Por lo que decidió salir corriendo al ver que ese quejido provenía de un Enzo tirado en el suelo quejándose de dolor mientras se agarraba de la espalda.
-¿Enzo Dios que te paso?- Pregunta poniéndose a su lado.
-Sabia que no me ibas a abrir así que salte el paredón y me agarre mal así que me hice pelota- Explica con dolor.
-Sos un pelotudo Enzo, Dios-
-Es que necesitaba hablar con vos boluda- Dice quejándose a la vez que se levantaba con ayuda de la rubia.
-Dale vení entra-
Ambos con cuidado entran y Enzo se sienta en una de las sillas.
Lindsay le saca la campera y después con cuidado le levanta la remera.
-Tenes toda la espalda roja y un poco raspada- Le avisa bajando nuevamente la remera. -Tenes que tener más cuidado, mira si te pasaba algo peor-
-No puede haber algo peor de que la chica que te gusta te ignore- Escupe esas palabras mirando fijamente a la menor frente suyo la cual se queda callada -Lindsay te juro que nosé que te hice, decime que es lo que hice mal y yo te juro que lo cambio-
-Enzo, mandaste una foto mía en bolas encima tuyo al grupo de tus amigos-
-¿Que?- Pregunta el confundido. -Yo no mande ninguna foto tuya en bolas, como voy a hacer eso Lindsay-
-Lisandro me mostró el chat, Enzo. No me mientas -
-Pero te juro que no mandé una foto así- Dice rápido levantándose al ver que Lindsay camina hacia la cocina -Gorda, como voy a hacer eso, mandé una foto tuya que te saque cuando estábamos comiendo-
-¿Y entonces por qué dijeron algo sobre mis tetas?- Pregunta ella cruzándose de brazos enfrentándolo.
-Porque usas remeras con escote- Explica -Te saque una foto comiendo las milanesas que hicimos y las mandé porque pinto- Ella se queda mirándolo sin decir nada...
