Narra Lindsay.
Ya había pasado un día de la vez que Enzo vino a casa.
Hoy habíamos hablado un rato cuando estaba de camino a entrenar ya que tenía casi una hora de viaje.
Le dije que si quería que nos seguiamos viendo pero que habría que buscar un lugar entre medio porque si venia a mi casa tenia que conducir por dos horas y un poco más.
Pero según el por mi hacia lo que sea.
Enzo era muy gracioso, me había sentido muy cómoda con él.
Esa era la diferencia con Lisandro, el día que el se quedó todo ese día en casa, había sido más que nada sexo, lo cual está bien.
Pero con Enzo habíamos tomado mate, me contó cosas suyas, anécdotas, su historia en el fútbol y un montón de cosas más.
Realmente me había echo sentir cómoda y pasar un buen rato.
Y aún así, sigo sintiendo más atracción por Lisandro, nose que me pasa, no logro entenderlo.
Solo se que ahora me encuentro en espera de Lisandro el cual hacia ya un rato me dijo que en 40min estaría en mi casa...
Puse el agua en el termo y me puse a tomar unos mates.
Veo la notificación y entro solo para dejarlo en visto. Voy directo hacia la entrada de mi casa. Aprieto el botón del portón automático y veo como el auto de Lisandro se hace presente.
Aprieto nuevamente el botón ahora para que se cierre y Lisandro se acerca a mi.
-Al fin te puedo ver, estabas muy ocupadita estos días se ve- Fue lo primero que dijo pasando por al lado mío.
-El que se fue de vacaciones fuiste vos no yo- Me defiendo y el se cruza de brazos mirándome.
-Surgio de la nada- Responde con simpleza -¿Te viste con alguien?-
-¿Por qué te tendría que responder eso?-
-¿Te viste con alguien?- Vuelve a preguntar serio.
-No Lisandro, no me vi con nadie- Mentí.
Nosé por qué le doy explicaciones a Lisandro pero no puedo controlarlo.
-Yo ya te avise que sos mía- Dice acercándose a mi y agarrarme del cuello con una mano y con la otra de la cintura.
Me quedo en silencio mirando sus ojos los cuales estaban oscuros.
-Ya se- Susurré.
-¿Que sabes?-
-Que soy tuya-
Una sonrisa se asoma en su cara y me empieza a besar, con posesión.
Haciéndome saber con ese beso que es verdad lo que dice. Él realmente cree que soy suya.
Me quejo cuando siento un golpe en mi espalda, me había apoyado con fuerza contra la puerta.
-Lindsay yo no quiero enterarme de ninguna gilada me escuchaste- Pregunta mirándome nuevamente a los ojos.
Me hacía sentir intimidada, hablaba tan en serio que no sabía cómo sentirme.
Jamás me había pasado algo así con alguien, y si recién habíamos empezado a vernos y ya era así no me quiero imaginar más adelante.
Pero las ganas que tenía de sentir a este hombre eran más fuertes que mi sentido común.
-No voy a hacer nada- Respondí y el me levanta haciendo que enrolle mis piernas alrededor de su cintura.
Otra vez vuelve a besarme con posesión, a la vez que se dirige a mi habitación...
Narra Enzo.
Termino de saludarme con mis compañeros y me siento en el banco del vestuario.
Estaban todos festejando ya que habíamos ganado 4 a 0 entre el Liverpool.
Agarro mi celular y le envio más mensajes a Lindsay, dándome cuenta que no me había contestado ninguno.
Suspiro bloqueando el celular y me levanto para ir directo a mi auto.
(...)
-Papiiii- Escucho la voz de mi hija y se acerca corriendo por lo que me agacho un poco para hacerle upa.
-Hola mi amor- Digo llenandola de besos por toda la cara haciéndola reír.
-Te felicito- Dice Valentina mirándome sonriendo un poco.
Me acerco a ella y le doy un pico haciendo que me mire un poco sorprendida.
-¿Quieren que vayamos a pasear?- Pregunto mirándolas.
El brillo en los ojos de Valentina me hizo sentir mal.
Ya no salíamos juntos, solo cuando hacíamos algo con mi representante o con nuestras familias.
-¿De verdad querés?- Me pregunta y yo asiento con la cabeza.
-Siiiii- Grita mi hija y nos vamos al auto.
-Vamos a sacarnos una foto- Les digo para después subirla a Instagram.