Narra Lindsay.
-¿En serio me decís?- Pregunto mirándolo y el saca su celular, para seguido mostrarme la foto.
Era tal cual el la describía.
-No tengo foto tuya en bolas, la única esta en la que te estoy dando un beso y sonreís pero esa es mi favorita no la mande- Admite.
-Perdon- Susurro al darme cuenta de lo pelotuda que fui al creerle a Lisandro.
Por eso estaba tan buenito, él quería dejarlo mal parado para que yo me aleje de Enzo.
-¿De verdad creíste que yo mandaría una foto así tuya?- Me pregunta mirándome fijo.
Podría jurar que está decepcionado.
-Perdoname Enzo, te juro que nosé, ví los mensajes y me enoje mucho- Digo sincera.
-Yo jamás haría algo que te perjudique- Me agarra de la cara haciendo que lo mire nuevamente ya que había bajado la vista -De verdad me encantas, no sabes lo que me dolió que te alejes de mi de un momento a otro-
Lo quedé mirando unos segundos y sin más me acerque a él para besarlo.
Un beso lento y lindo.
Corto el beso pero el apoya su frente contra la mía mientras me mira fijamente de nuevo.
-¿Que me hiciste?- Pregunta acariciándome la cara.
-Es que soy hermosa- Bromeo haciendo que se ría.
-No me dejes de hablar más boluda, no sabes lo aburridos que eran mis viajes al entrenamiento - Hace puchero haciendo que sonría enternecida -De verdad sos mi compañera de alguna manera -
Nunca me imaginé que Enzo Fernández sea tan tierno y lindo.
Lo imaginaba todo lo contrario, el típico gato que las garcha y fue.
Pero se ve que era todo lo contrario, o por lo menos ahora conmigo.
-Vos también sos mi compañero, ya te dije- Respondí haciendo que el sonría por lo que me fui a la cocina -¿Mate?-
-No me tenés que preguntar- Dice y siento sus brazos rodearme cuando pongo la pava. -¿Te imaginas a nosotros viviendo juntos?-
-¿Eh?- Pregunto riendo a la vez que me doy vuelta para mirarlo.
-Si, nosotros casados y yo llegando del entrenamiento- Lo miro incrédula, ¿de verdad estaba diciendo eso? -Vamos a actuarlo a ver ahí vengo-
Veo como se va corriendo y abre y cierra la puerta, para después acercarse.
-Hola mi amor, no sabes lo cansador que estuvo el entrenamiento - Dice haciéndome reír.
-Y yo te estoy esperando con mates- Hablo haciendo que sonría y me agarre de la cintura y me levante en el aire -ENZO-
-CALESITAAAAAAA- Grita dando vueltas conmigo encima, haciendo que me agarre fuerte de el -WIIIIII-
De un momento a otro ambos nos encontrábamos en el piso cagandonos de risa.
-Sos un pelotudo - Murmuré dejando de reír de a poco y el me mira sonriendo de oreja a oreja -Me encanta tu sonrisa- Admito y el se sube encima mío sin aplastarme.