-No me digas así, por favor que me estás matando-
Las lágrimas ya se me habían empezado a salir y no paraba.
Lindsay toma mí cara en sus manos y con delicadeza seca las lágrimas que caían.
Me sonreía de una forma completamente dulce pero triste al mismo tiempo.
-Por favor Enzo, esto no es bueno para ninguno de los dos-
-No puedo estar más sin vos Lindsay, no doy más - Digo desesperado alejándome -No estar con vos es una pesadilla, te juro que estoy muerto en vida boluda-
-Vos te alejaste de mí Enzo- Susurra sin sacarme la vista de encima, ya no lloraba.
-¿Me ibas a aceptar con un hijo en camino?-
-Uno por amor hace cualquier cosa. Si me hubieses dicho, si hubieses sido sincero podríamos haber llegado a algo- Ríe sin gracia negando -Pero me dejaste sola, te alejaste de mí dejándome con mil preguntas en la cabeza-
-Lindsay, te juro por lo que más quiero que yo de verdad estoy enamorado de vos- Me acerco a ella y tomo su cara en mis manos para que me mire y eso hace -Te amo Lindsay, te juro que te amo-
Una lágrima vuelve a caer por su cara y se aleja de mí caminando hacia la puerta.
-Andate Enzo -
-No me voy a ir-
-Andate por favor-
-Te dije que no, me voy a quedar acá con vos-
-ANDATE LOCO, ANDATE- Grita empezando a llorar demasiado y cae de rodillas por lo que le acerco -No me lastimes más Enzo, por favor te lo pido-
-Perdoname Lindsay, perdoname mí amor-
Me arrodillo a su lado intentando abrazarla pero no me deja.
-Basta Enzo, no doy más, ya no aguanto más. Andate con tu familia, déjame en paz- Me pide mirándome.
Los dos estábamos arrodillados en la puerta llorando.
Nunca en mí vida llore tanto como ahora.
-Quiero ser tu familia Lindsay, quiero ser tu lugar seguro, te juro que te voy a cuidar y no te van a volver a lastimar-
-Vos me lastimaste Enzo, vos- Ambos nos levantamos y ella ya había cambiado la cara a una de enojo -Confíe en vos, me enamoré por primera vez en mí vida y me dejaste de un día para otro sin siquiera preguntarme cómo estaba. Quiero que te vayas y que no vuelvas más-
Mí pecho dolía demasiado.
No podía siquiera contestarle.
Siento como me agarra del brazo y cómo puede me empuja fuera de su casa y cierra la puerta.
-Lindsay por favor abrime- Pido golpeando la puerta.
Estuve así varios minutos pero del otro lado no se escuchaba absolutamente nada.
(...)