16.

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Narrador omnisciente.

El futbolista se tomó un Uber desde la casa de la rubia ya que había ido sin auto, y después de dos horas y veinte de viaje llegó.

Eran las 14.30 y apenas Enzo entra en su casa lo único que escucha es silencio.

-¿Hola?- Pregunta y no hay respuesta.

Se dirige a la cocina y ahí estaba Valentina sentada en uno de los taburetes. Apenas se hace presente sus ojos se clavan en él.

El jugador se llena de culpa al ver bolsas debajo de los ojos de su pareja, y una leve rojez dentro de ellos.

-Pense que no volvías- Fue lo único que salió de ella.

-Me enoje ayer y la verdad que no tenía ganas de que peleemos, ya son varios días en que Olí escucha nuestras peleas-

-¿Sabes que me resulta raro?- Pregunta y al no recibir respuesta sigue hablando -Que después de que haya seguido a la chica de ayer mágicamente vos apareces acá-

-Es una conocida mía y de los pibes, Valentina-

-Si, de varios jugadores es conocida-

-No quiero pelear, ¿sabes?- Fue lo único que salió de el y se fue directo al baño de su habitación para poder bañarse.

Se dirige a su habitación con una toalla envuelta en su cintura y se dedica a buscar ropa.

-Tenes la espalda rasguñada- Dice Valentina observando varios rasguños en la espalda de su pareja.

Enzo solo la mira en silencio, ¿que iba a decir?

-¿En qué momento me dejaste de amar?- Pregunta sintiendo sus ojos azules picar y su pecho arder. -Eramos felices-

-Eramos- Dice él dándole la espalda volviendo a buscar ropa.

Una lágrima cae por la mejilla de Valentina y agarra el celular del morocho mientras este estaba cambiándose sin prestarle atención.

Desbloquea el celular probando con la fecha de nacimiento de su hija, la cual era correcta.

Apenas se desbloquea el celular ve la galería abierta y allí la foto que ella había visto en Instagram.

Él se la había tomado.

-¿Que haces?- Pregunta él enojado sacándole el celular de sus manos. -Yo no te toco el celular, no toques el mío-

Ella lo queda mirando unos segundos en silencio y solo se levanta para salir de la habitación que ambos compartían.

Enzo se queda observando la foto de su celular unos segundos y lo bloquea para dirigirse a la habitación de su hija, encontrándose con ella durmiendo y su mujer observándola.

-¿Por qué seguimos juntos, Valen?- Pregunta y su mujer lo mira con sus ojos llenos de lágrimas, y las mejillas ya empapadas.

-Yo te sigo amando Enzo- Responde secándose las lágrimas -Pero seguimos juntos por Olí y lo sabés -

-Yo no quiero lastimarte-

Pandora | Enzo FernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora