𝗔𝗟𝗟 𝗙𝗢𝗥 𝗨𝗦 • 𝔱𝔥𝔢 𝔪𝔞𝔷𝔢 𝔯𝔲𝔫𝔫𝔢𝔯

𝟮𝟬. 𝗕𝗥𝗢𝗞𝗘𝗡 𝗛𝗘𝗔𝗥𝗧𝗦 𝗔𝗕𝗢𝗨𝗡𝗗

BROKEN HEARTS ABOUND
PART TWO
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Ara pov's.

Había sido una noche muy difícil. Mucho más que cualquier otra. Ahora mismo no estaba segura si mis ojos estaban tan hinchados por no haber dormido nada o por las lágrimas que no habían dejado de salir.
Habían pasado muchas cosas a la vez; peleé con Minho después de haberlo besado, no sabía que hacer con respecto a Gally, y luego para rematar habíamos hecho molestar a Alby de tal manera que terminó por gritarnos frente a todos. Jamás me imaginé verlo de tal forma. Tanto el como Minho me habían dicho muchas cosas hirientes, pero si duelen es porque es la verdad.

Después de anoche no tenía cara para salir y sentarme en la misma mesa que ambos, ni siquiera de salir y ver las miradas atentas de todos los espectadores de la discusión, osea todos los chicos del área.
Cuando escuché la voz de Sartén informando la hora del desayuno no pude salir. Ni siquiera tenía hambre. Atasque la puerta de mi cabaña y me mantuve recostada en mi cama sin saber que hacer ahora.
¿Cómo iba a ver a alguno a la cara después de todo eso? Supongo que me quedaré encerrada hasta morir, así ya no tendría que soportar la incomodidad y tensión en el ambiente.

Calculé que paso aproximadamente una hora desde que llamaron al desayuno, cuando escuché unos toques en mi puerta.
Guarde silencio, esperando que quien estuviera afuera no insistiera; Pero conociendo a todos, claramente lo iba a hacer.

— ¿Ara, estás bien? —escuche una voz desde afuera que pude reconocer de inmediato— Ara por favor, no me digas que estás enferma de nuevo. —insistió golpeando la puerta con desespero— ¡Voy a llamar a los chicos, no mue... —guardo silencio cuando abrí la puerta.

— Hola, Chuck. ¿Qué pasa? —pregunte y el pequeño suspiro con alivio.

— Me preocupe porque no fuiste al desayuno, pero no me dejaron venir antes. —explico— Dijeron que necesitabas espacio.

— Estoy bien, no tienes por qué preocuparte. —trate de tranquilizarlo.

— ¿Has estado llorando? —me observo con atención.

— ¿Qué? No, ¿Por qué lloraría? —aparte la mirada, no podía mentirle viendolo a los ojos.

— Se como luce alguien que ha estado llorando mucho tiempo, creeme. —me regaño con la mirada.

— Estoy bien, pequeño. —repetí despeinando sus rulos.

— ¿No piensas salir un rato? Necesitas aire fresco. —me jalo de la mano pero me resistí.

— No, Chuck, quiero quedarme aquí. Tal vez después. —rogue internamente para que el lo aceptará.

— Bueno, entonces me quedaré contigo. —no era lo que quería exactamente.

— No es necesario, seguro tienes alguna actividad que hacer. —no quería que sintiera que lo estaba alejando, pero el no podía verme así.

— No. Estás triste, no puedes estar sola. —insistió y sin esperar respuesta entro a mi cabaña.

— No estoy triste. —mentí cerrando la puerta nuevamente, ya que estaba segura que no lograría que se fuera.

— Si lo estás. Por eso no desayunaste y estuviste llorando. —se sentó en mi cama.

— No estuve llorando, y solo no tenía hambre. —tome asiento junto a él.

— ¿Estás triste porque peleaste con Minho y Alby anoche? —pregunto ignorandome. ¿Porque sabe tanto este niño?

— Ah. —no pide gesticular cada.

— Ellos también están tristes. —dijo jugando con la sábana.