𝟰𝟯. 𝗟𝗢𝗦𝗧

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LOST
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El humo y el polvo en mi garganta me hicieron toser fuertemente. Un dolor de intalo en mi brazo al haber caído encima.

La oscuridad inundó el lugar al haber sido bloqueada la única fuente de luz natural por los escombros.
Thomas fue quien encendió su linterna para ver e lugar.

— ¿Están bien? —preguntó Brenda.

— Eso creo —respondió Thomas.

— Si, excelente —solte con sarcasmo junto a un quejido de dolor.

Thomas iluminó el lugar por dónde habíamos caído, revelando que todo pequeño espacio para volver por ahí estaba bloqueado.

— No, no ¿Cómo regresamos con los demás? —se preocupo el castaño.

— ¿Hay otra salida? —comenzaba a arrepentirme de mi decisión de seguir a la chica.

— Relájese, hay que salir de aquí —rebusco entre su mochila y saco una pequeña linterna— Ten —me la dió al ver que yo no tenía nada con que iluminar.

— ¿Por qué nos ayudan? —pregunto curioso.

— Creeme, no fue mi idea —dijo sacando sus cosas de debajo los escombros—. Jorge parece creer que ustedes nos llevarán al refugio

— ¿A donde? —pregunte confundida.

— Ya sabes, el paraíso —¿De qué está hablando?—. Seguros del sol, libres de infección… Parece que el brazo derecho lleva niños allá hace años —explicó—, al menos a inmunes

— ¿Sabes dónde está?

— No, pero Jorge conoce a alguien; Marcus —informó—. El… a mira —apunto a un pedazo de madera en el suelo—; llevaba chicos a las montañas —quito la madera del suelo, revelando una pequeña puerta ahí—. Si Jorge escapó con éxito, allá llevará a sus amigos

— ¿Si escapó con éxito? —cuestino el muchacho.

Brenda no era la mejor dando esperanza a los demás.

No me preocupaba demasiado, algo me decía que los demás estaban sanos y salvos.

— ¿Sabes qué? Haces muchas preguntas —dijo con cansancio mirando mal al castaño—. ¿Puedes solo… ayudarme aquí? —pidió.

El muchacho se acercó y con fuerza levantó la rejilla, dando paso a un conducto subterráneo con aspecto tenebroso.

— Esto no me gusta nada —dije sopesando para mis adentros que tantas ganas tenía de salir de aquí.

— Si… Aquí deben estar en la face final —informó la chica. Definitivamente no ayuda mucho—. Hay que hacerlo

Fue la primera en entrar, Thomas me hizo una señal para que entrara antes que el y eso hice tras dudarlo unos segundos.
Una vez adentro observé el lugar, estaba tan oscuro como arriba, pero gracias a las linternas podían verse grafitis en las paredes, basura y humedad en el suelo y las paredes, sin nombrar el olor que esto mismo emitía.

Brenda entro por uno de los largos tubos hasta otro pasillo que daba hacia ambos lados.
En el suelo había agua de muy dudosa procedencia, había muchísimos más dibujos en las paredes y el olor se intensificó.

— Creo que es por aquí —informo la chica tomando el lado derecho.

El castaño y yo nos miramos con duda.

— ¿Tú crees?

Continuamos por el largo pasillo, observando cada cosa que había ahí y con esperanza de encontrar pronto una salida.

𝗔𝗟𝗟 𝗙𝗢𝗥 𝗨𝗦  • 𝔱𝔥𝔢 𝔪𝔞𝔷𝔢 𝔯𝔲𝔫𝔫𝔢𝔯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora