𝗔𝗟𝗟 𝗙𝗢𝗥 𝗨𝗦 • 𝔱𝔥𝔢 𝔪𝔞𝔷𝔢 𝔯𝔲𝔫𝔫𝔢𝔯

𝟱𝟬. 𝗔𝗟𝗜𝗩𝗘

ALIVE
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Avanzamos abriéndonos paso entre la multitud de personas que habitaban al exterior de los muros y caminaban en todas direcciones con prisa, dificultando el caminar al paso que debíamos.

— Este lugar es un caos —dijo Jorge fastidiado.

— No hay que separarnos —fue la respuesta de Thomas, mientras daba una corta mirada a su espalda, asegurándose que todos estuviéramos.

De un momento a otro, la gente se junto más, para dar paso en el centro del camino a una camioneta que venía unos cuantos metros atrás de nosotros hablando por unos altavoces.

— ¡Se ocultan tras los muros! ¡Piensan que pueden reservarse la cura, mientras los demás nos pudrimos! —decia el hombre que iba sentado al frente de la camioneta, pero eso no fue lo que llamo mi atención.

En la camioneta habían montones de hombres uniformados como soldados, todos llevaban máscaras y grandes armas. Pero fue uno de ellos quien llamo mi atención, pues aún a través de la máscara, pude notar que nos observaba con gran curiosidad.
Mantuve mis ojos sobre él hasta que se alejo, y estoy casi segura que él hizo lo mismo.
Había que tener cuidado con esos tipos definitivamente.

Una vez que se alejaron pudimos continuar con nuestro camino.
En el cielo sobrevolaban los Bergs de Cruel, lo cual no me inspiraba una sensación de confianza en lo absoluto.

Continuamos, siguiendo al montón de personas que parecían estar llendo al mismo lugar que nosotros, y tras pasar por un callejón, por fin nos encontramos frente a los grandes muros.

— ¡Es allá, hay que entrar por ahí! —dijo Thomas, mucho más optimista de lo que debería.

Sabiendo lo que se sobre Cruel, eso no sería para nada fácil.

— ¡Thomas! ¡Esto no es lo que buscas! —le grito Jorge, abriéndose paso entre la gente para intentar detener al castaño—. ¡Todas estas personas quieren entrar, ¿Crees que tú lo lograrás?!

El castaño lo ignoró completamente y Jorge me miró en busca de apoyo.

— Ya llegamos hasta aquí, no podemos regresar —le dije para adelantarme y seguir a Thomas.

— Niños esto no me gusta —dijo el hombre una vez que llegó a nuestro lado.

Habíamos logrado llegar al frente de la multitud, y los muros estaban a solo unos metros de distancia. ¿El problema? No había una forma de entrar al parecer.

— ¡Oigan, tenemos que largarnos! Miren —dijo Newt una vez que nos alcanzó. Estaba señalando a los mismos hombres de un rato atrás, quienes parecían estarnos siguiendo específicamente a nosotros. Y estaban por todas partes.

Tantee el arma en mi cinturón, pues, aunque nos superen por mucho en número no nos dejaríamos tan fácilmente.

Pero antes de que pudiera siquiera pensar en que hacer, un sonido a mis espaldas me distrajo; provenía de adentro.
Toda la multitud guardo silencio de repente, al parecer esto es algo que no sucede a menudo.

Unas máquinas se movieron en la parte superior, y parecían apuntar hacia abajo.
La gente empezó a correr despavorida, y ese fue el indicador, esto no era algo bueno en definitiva.