CAPÍTULO 12 🐹

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La mañana en Coral Gables estaba envuelta en una bruma suave que envolvía el vecindario con un aire fresco y sereno

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La mañana en Coral Gables estaba envuelta en una bruma suave que envolvía el vecindario con un aire fresco y sereno. El cielo, aún pálido y difuso, dejaba pasar una luz tenue que se filtraba a través de las ventanas, creando una atmósfera tranquila y calmada.

Minho estaba en su habitación, ultimando los detalles para un nuevo día en la academia. Mientras se ajustaba la corbata del uniforme y revisaba su apariencia en el espejo, sintió un pequeño peso en su hombro. Volteó y vio a Hannie, en su forma de hámster, trepando hasta alcanzar su hombro. El pequeño roedor se acomodó allí, mirando a Minho con curiosidad.

— ¿Y bien, cómo me veo?—preguntó, mirando su reflejo en el espejo.

Jisung respondió frotando su naricita contra una de sus patitas y luego contra la mejilla de Minho. Era una de las formas en que el hámster demostraba afecto, y Minho lo interpretó como una muestra de aprobación.

Sin embargo, no pudo evitar suspirar con un aire de nostalgia.

— Cachetón, creo que es hora de que regreses a tu forma humana—Hannie, sintiendo la sinceridad en la voz de Minho, se acurrucó un poco más en su hombro—Extraño un poco que hables hasta por los codos.

Después de un momento, como si comprendiera la importancia del deseo de Minho, el pequeño hámster empezó a transformarse. Su pelaje se desvaneció y pronto el hermoso joven de ojos marrones y mejillas sonrosadas y rellenitas apareció en su lugar.

Minho se dio la vuelta para continuar viéndolo fijamente, a pesar de que Jisung se sentía un poco tímido.

— ¿A-Así está bien?

— Sí, así está mejor—Exclamó contento al ver al joven frente a él.

Jisung le dedicó la primera sonrisa del día, invitando a Minho a inclinarse para darle un cálido beso en los labios. Lo abrazó por la cintura, en tanto Jisung acomodó los brazos alrededor de su cuello para seguir con el tierno y dulce contacto.

Se separaron poco después, por la falta de aire y aún con los ojos cerrados, unieron sus frentes.

— Cuídate mucho, ¿sí?—Susurró Jisung, mientras se despedía.

Minho asintió: — Lo haré. Tú también cuídate, cachetón—Le dio otro beso en su mejilla rellenita—Y por favor, no salgas de aquí, ¿de acuerdo? No quiero que te expongas al peligro de afuera...otra vez.

— Está bien.

Con el corazón un poco más ligero, Minho salió del apartamento, encontrándose con su vecino Bang Chan en el pasillo. El hombre, como siempre, mantenía una expresión seria, pero le dirigió un breve saludo a Minho antes de que ambos descendieran por las escaleras.

— ¿Todo en orden, señor Chan?

— Todo en orden, oficial—Su tono fue enigmático y su mirada pareció siempre estar observando más allá de lo evidente.

🐹 ¿HANNIE DÓNDE ESTÁS? (MINSUNG) 🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora