En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
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Jisung comenzó a mostrar una serie de antojos inusuales, con el paso de los días, algo que Minho atribuyó a su estado híbrido. Y es que, cada día, el híbrido pedía diferentes tipos de comidas y combinaciones extrañas.
— Minho, ¿puedes traerme tostadas de plátano con mostaza y miel para el desayuno?—Pidió Jisung una mañana, mientras se acurrucaba en el sofá en su forma humana.
— ¿Tostadas de plátano con mostaza y miel para el desayuno?—Repitió Minho, algo sorprendido.
—Sí, y también mitades de aguacate—Añadió Jisung, con un tono suplicante.
Minho se rascó la cabeza, impactado por lo asquerosas que sonaban todas esas combinaciones. Aún así accedió, queriendo hacer feliz a su novio.
Otro día, Jisung pidió una combinación aún más inusual.
— ¿Puedes conseguir un sándwich de mantequilla de maní y plátano con un poco de pepinillo?—Preguntó Jisung, mientras miraba a Minho con ojos brillantes.
— C-Claro, lo que tú quieras, Hannie—Respondió Minho, aunque la combinación le parecía muy extraña.
A medida que los días pasaban, Minho terminó adaptándose a los caprichos de Jisung, comprando nueces, sandía y tarta de queso con frecuencia. Aunque era una tarea agotadora, Minho estaba feliz de ver a su novio satisfecho y contento. Aprovechó esos momentos para fortalecer su relación, mostrándole a Jisung su amor y dedicación, y esperando que con el tiempo pudieran superar las dificultades juntos.
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Una tarde tranquila y alegre, Jisung estaba acostado en el sofá, disfrutando de una película que había elegido cuidadosamente. Minho estaba en la cocina, preparando un refrigerio mientras escuchaba el sonido de la película.
De repente, Jung Won apareció en el sofá en su forma de gato, saltando con agilidad. El repentino movimiento asustó a Jisung, quien, aterrorizado, se transformó en hámster y corrió a toda velocidad hacia la cocina.
Minho, sorprendido por la entrada repentina de Jisung en su forma de hámster, lo vio trepar rápidamente hasta su hombro.
— Uh, ¿Qué pasó, Hannie?—preguntó Minho, acariciando al pequeño hámster mientras miraba hacia la sala.
