CAPÍTULO 23 🐹

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¿Se viene el drama? 🥺🥺

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¿Se viene el drama? 🥺🥺

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La mañana llegó con una sensación de pesadez y dolor. Jisung, en su forma de hámster, despertó sobresaltado por una serie de dolores agudos que recorrieron su pequeño cuerpo. Los calambres eran intensos, y el dolor parecía ir y venir en oleadas, dejándolo desesperado. Empezó a chillar de dolor, sus sonidos agudos llenaron la habitación mientras trataba de encontrar algún alivio.

— Mgh, mgh...Minho—Comenzó a llamar al oficial en medio de su ataque de pánico—¡A-Ah, Minho!

Minho, quien había estado dormido en el sofá, se despertó con los gritos agudos de Jisung. Alarmado, corrió hacia la habitación, encontrándolo retorciéndose de dolor en la cama. Su pelaje estaba erizado, mostrando su sufrimiento.

— ¡Jisung!—Gritó, acercándose rápidamente. Se arrodilló junto a la cama, tratando de calmar al pequeño hámster con suaves caricias. Su corazón se llenó de terror al verlo en tal estado. Sabía que algo no estaba bien—O-Oye, ¿qué tienes?

Jisung, a pesar del dolor, trató de comunicarse en pequeños chillidos que no hacían más que aumentar el pánico en el oficial. Minho, sintiéndose impotente, intentó envolver a Jisung con una manta suave, tratando de ofrecerle algún consuelo.

— T-Tranquilo—Se apresuró a sacarlo rápidamente de allí, y llevarlo a la clínica—T-Tengo que llevarte con la doctora ahora.

Tomando una chaqueta y sus llaves, corrió fuera del apartamento hacia el primer piso, rogando por la esperanza de que Jisung y su bebé se pusieran bien.

En la clínica veterinaria, la doctora Robes los recibió con urgencia, entendiendo la gravedad de la situación a partir del estado de Jisung

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En la clínica veterinaria, la doctora Robes los recibió con urgencia, entendiendo la gravedad de la situación a partir del estado de Jisung.

— Necesitamos realizar una ecografía de inmediato—Dijo.

Llevó a Jisung a la sala de ultrasonidos, mientras dejó a Minho esperando fuera, con la ansiedad reflejada en cada línea de su rostro.

Los resultados confirmaron sus peores sospechas. Jisung había experimentado un aborto espontáneo. Minho palideció al escuchar la noticia. La especialista le explicó que, aunque era raro, los híbridos también podían enfrentar complicaciones durante el embarazo, especialmente si no estaban en óptimas condiciones.

— Lo siento mucho, joven Lee.

No supo qué responder. Se dejó caer en la silla, casi perdiendo el equilibrio y sintiendo zumbidos en los oídos. Su mente estaba llena de culpa y tristeza, cuestionando cómo es que habían llegado hasta ese punto. El dolor en su corazón era palpable, y se preguntó...si había hecho algo mal o si había fallado en proteger a Jisung.

— Sí quieres...—La doctora dejó su mano, amistosamente sobre su hombro—Puedes pasar a verlo. Ahora lo que más necesita Jisung es tu compañía.

Se levantó, dirigiéndose a la habitación, y estando allí, lo vio acostado en aquella cama, aún visiblemente debilitado y temblando. Se acercó con cuidado, y aunque no había palabras que pudieran consolar a ambos en ese momento, Minho quiso hacer todo lo posible para demostrarle su apoyo.

Oh, pero Jisung no dejaba de llorar desconsoladamente.

— Oye, Hannie...

— ¡Todo esto es tu culpa!—Gritó frustrado, su voz sonaba rota por el dolor—¡Tu falta de apoyo fue lo que provocó que yo perdiera a nuestras crías!

— Pero, yo...

Minho estaba paralizado por el dolor y la sorpresa de ver al tierno híbrido tan enojado. Trató de hablar, pero...las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

— ¡Nunca estuviste realmente para mí!—Jisung continuó llorando y maldiciendo, la impotencia y el enojo en sus palabras llenaron el lugar—¡Eres un maldito desgraciado! ¡Por tu culpa, perdí a mis bebés! ¡Te odio, Minho, te odio!

— Jisung, no...

— ¡No quiero volver a verte!—Siguió llorando—¡Lárgate! ¡Lárgate de aquí y déjame en paz!

— Será mejor que se retire, joven Lee—Una auxiliar lo miró con pesar—Haremos todo lo posible para estabilizarlo y evitar mayores complicaciones.

Jisung solo apartó la mirada, y se encogió en la cama. Su cuerpo no dejaba de temblar bajo todo el peso de su dolor emocional, y sus lágrimas tampoco se detuvieron. Por lo tanto, Minho decidió retirarse lentamente de la habitación también con ganas de llorar.

El ambiente era tenso y silencioso. El oficial se sentía visiblemente cansado y muy asustado. Sus lágrimas cayeron por sus mejillas hasta el suelo, quebrándose en medio de su sufrimiento.

— Como lo siento, Jisung—Murmuró en medio de tantos sollozos—C-Cómo pude dejar que pasara esto...t-todo esto ha sido culpa mía.

Terminó derrumbándose, estando allí sentado a las afueras de la habitación. Lloró desconsolado, con el corazón roto y la ansiedad de perder a Jisung carcomiéndolo. Cerró los ojos y escondió el rostro entre sus brazos, esperando que el dolor de su amado hámster también cesara.

🐹 ¿HANNIE DÓNDE ESTÁS? (MINSUNG) 🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora