En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
Soy una pervertida porque quería que esta historia fuera bonita, pero MUAJAJAJA 😈, amo el sexo. Ok, no 😳😳
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Jisung cayó suavemente en la cama con Minho encima suyo. Sus bocas se encontraron una vez más en un beso suave pero mucho más íntimo. El calor en su cuerpo todavía persistía, así que le imploró en silencio al oficial que le ayudara con esa pequeña agonía a causa de su celo.
Minho estiró la mano y empezó a masajearlo entre las piernas. Tocó la piel acaramelada de su pecho, sus pezones erectos, el vientre y su cintura estrecha. Poco después, pudo sentir lo duro que estaba aquel precioso jovencito mientras le iba bajando los shorts color caqui (los cuales no supo de donde los había obtenido, ya que toda su ropa era casi de color negro) y luego se deshizo de los bóxers que ya lo estaban incomodando.
— Muy bonito—Alabó el pene de su bonito híbrido, por su tamaño decente con la punta rosada y húmeda de aquel pre líquido.
Lo tomó con una mano, y empezó lamiendo desde la base de su pene hasta la punta. Hizo movimientos lentos, de arriba hacia abajo, aumentando el placer de Jisung quien no dejaba de arquearse en la cama. Su boca emitió sonidos eróticos, suspiros y jadeos que fueron todo un deleite para el oído de Minho.
— Mgh, Minho—Gimió con la boca abierta—A-Ah, Minho...
— Calma. Apenas estoy comenzando.
Movió su lengua alrededor del falo, dando placenteros y húmedos lametones. Las manos de Jisung se aferraron con fuerza a las sábanas debajo, cerró los ojos y mordiéndose el labio, liberó otro gemido de placer. Minho ahuecó las mejillas para poder meterse todo el miembro a su boca, sacándole un grito al joven híbrido.
— ¡Minho!
— ¿Mmm?—Su mirada se percató de las lágrimas de placer que estaba derramando Jisung.
— ¡Por favor! ¡Ah!—Su cabeza subía y bajaba por toda esa húmeda extensión, provocando un ardiente sonido chicloso. Jisung dejó caer su cabeza hacia atrás y los dedos de sus pies se encogieron—¡Mgh, Minho!
No pasó mucho tiempo para que Jisung también sucumbiera al orgasmo, llenando la boca de Minho con su esencia y sufriendo agradables temblores en todo su cuerpo. Estaba sudoroso, satisfecho, sonrojado...pero al fin aliviado.
Sus ojitos llenos de lágrimas se encontraron con los felinos ojos de Minho, cuando este se incorporó, lamiendo sus labios y limpiándose el resto de semen en su barbilla con el dorso de la mano. Ambos compartieron los mismos latidos acelerados de sus corazones. Jisung estiró su mano, acariciando el cabello mojado de sudor de Minho y perdiéndose una y otra vez en su mirada.
— ¿Estás bien?—Preguntó el oficial—¿Cómo te sientes?
— Estoy bien ahora—Dijo con un susurro.
Se volvieron a besar. La mano de Jisung se apoyó en la mejilla de Minho, mientras con la otra siguió acariciando y halando suavemente su cabello. Minho no sabía qué era lo que estaba empezando a sentir realmente por aquel joven híbrido. Si bien en el pasado tuvo algunas cortas pero intensas relaciones con chicos y chicas, jamás creyó que alguna vez iba a obtener un dulce consuelo que sanara algunas heridas invisibles, con alguien suave y cálido como lo era Jisung.
