En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
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Era un día de descanso para Minho, y había decidido acompañar a Jisung a la clínica para la ecografía que les permitiría ver a su o a sus hijos por primera vez. Había pasado una semana desde que supieron la noticia del embarazo, y los dos estaban ansiosos por confirmar cómo estaban sus crías.
Llegaron a la clínica, donde la doctora Robes los recibió con una sonrisa profesional. Desde el primer momento, la mujer les inspiró demasiada confianza. El ambiente era tranquilo, y el equipo médico estaba listo para realizar la ecografía con cuidado y precisión.
— Buenos días—Saludó la doctora mientras los guiaba hacia la sala de examen—Como saben, hoy realizaremos una ecografía para ver cómo están las crías y asegurarnos de que todo esté en orden. ¿De acuerdo?
La pareja asintió. Jisung se acomodó en la camilla, sintiendo un leve nerviosismo. Minho se sentó a su lado, sosteniendo su mano con cariño. La doctora preparó el equipo y aplicó un gel especial en el abdomen del híbrido para obtener una imagen clara. Esta era la mejor opción, considerando que esa técnica era más segura para así monitorear el embarazo de Jisung. Pues cuando se trataba del caso de un hámster puro, los veterinarios preferían utilizar el ultrasonido en lugar de las radiografías, para no estresar a la madre y verificar entonces la salud y desarrollo de los embriones sin exponerlos a radiación. Así también lo consideraban para los híbridos, en especial, de los hámsters.
— Voy a proceder con la ecografía ahora—Explicó la doctora mientras movía el transductor suavemente sobre el abdomen del joven. La pantalla frente a ellos comenzó a mostrar imágenes en blanco y negro, y Jisung miró expectante.
Minho se inclinó hacia adelante, observando con atención. No veía nada. ¿Dónde rayos estaban sus hijitos? La doctora ajustó el equipo para obtener una imagen más nítida y comenzó a señalar unas pequeñas sombras en el monitor.
— Aquí están—Dijo la doctora con una sonrisa tranquilizadora—Son pequeños, pero se ven fuertes, e irán creciendo bien.
Minho y Jisung se miraron, sus ojos llenos de emoción y alivio al ver las primeras imágenes de sus hijos. Jisung apretó la mano de Minho con más fuerza, sintiendo una oleada de ternura y esperanza.
— Es un poco pronto para determinar con precisión cuántos serán—Anunció la doctora todavía examinando la pantalla con atención—Pero parece que podríamos tener entre dos y cuatro crías.
— ¿Cuatro?
— Así es—La mujer sonrió al oír a Jisung reírse, y ver a Minho totalmente sonrojado—Debemos hacer otra ecografía en unas semanas para tener una idea más clara.
Jisung asintió: — Está bien.
La doctora sonrió y limpió el gel del abdomen del joven híbrido antes de hacer algunas recomendaciones finales sobre la salud y el bienestar de Jisung durante el embarazo.
