En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sol apenas despuntaba cuando Jisung comenzó a moverse en la cama, sintiéndose extrañamente incómodo. Había algo diferente en su cuerpo, una sensación sutil pero persistente que no lograba identificar. Aún así, decidió no prestarle demasiada atención, pensando que tal vez solo se debía al cansancio acumulado por no haber dormido casi bien en los últimos días.
Se giró para buscar a Minho, pero el oficial ya se había levantado. La noche anterior había notado su comportamiento distante al regresar de la academia de policía.
Se levantó de la cama y descalzo, caminó hasta la cocina, encontrando a Minho sumido en sus pensamientos mientras preparaba el desayuno. La tensión en el ambiente era palpable, y Jisung no pudo evitar sentirse preocupado.
¿Había algo en su cabezota que quizás lo estaba atormentando? Entró al lugar para confirmarlo.
— B-Buenos días, Quesito—saludó suavemente, tratando de captar la atención de Minho.
El oficial levantó la mirada, forzando una sonrisa.
— Buenos días, Hannie. ¿Dormiste bien?
Jisung asintió, a pesar de su inquietud: — S-Sí, pero... quería saber si tú estás bien. Te noto algo distante desde ayer.
Minho suspiró, dejando a un lado la sartén.
— Lo siento, Hannie. He tenido muchas cosas en la cabeza que me han hecho pensar más de la cuenta.
Jisung se mordió el labio, sintiendo un nudo en el estómago.
— ¿Cosas...sobre nosotros?
Minho asintió lentamente, su expresión se volvió seria.
— ¿Estás seguro...de que no hay posibilidad de que pudieras...que puedas quedar embarazado, Jisung?
Jisung se quedó helado, parpadeando algo sorprendido por esa pregunta. No era la primera vez que Minho sacaba el tema sobre los posibles embarazos en los híbridos machos a la luz.
— N-No. Yo... ¿C-Cómo podría...?
— Es que aún no sé si todo lo que me han dicho...sea cierto—Minho se acercó para tomarlo de las manos—Esa idea de dejarte embarazado...me tiene preocupado.
Jisung apretó sus manos, sintiendo un torbellino de emociones.
— Minho, yo no estoy seguro de cómo funcionan estas cosas, pero...no creo que sea posible—Aseguró—S-Soy solo un simple híbrido. No soy completamente humano ni completamente un animal.
— Tú eres mucho más que un simple híbrido, Hannie.
— Entonces no dejemos que esto nos separe—Susurró.
Minho asintió, besando suavemente su frente: — Eso no pasará. Porque tienes mi palabra de que siempre estaré a tu lado.
