CAPÍTULO 39 🐹

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A la mañana siguiente, Jisung se quedó solo en el apartamento, sentado junto a la ventana del balcón mientras veía cómo caía la lluvia

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A la mañana siguiente, Jisung se quedó solo en el apartamento, sentado junto a la ventana del balcón mientras veía cómo caía la lluvia. El sonido de las gotas contra el cristal era calmante, y se perdió en sus pensamientos mientras acariciaba suavemente su vientre. Una sonrisa se dibujó en su labios al sentir el crecimiento de sus crías dentro de él. Con la otra mano, sostenía el pequeño candado de plata con la M grabada en oro, sintiendo la conexión con Minho aún más fuerte.

A pesar de la alegría que le traía el amor del oficial y la vida que crecía dentro de él, Jisung también tuvo una mezcla de sentimientos encontrados. Pensaba en su vida antes de conocer a Minho, en las dificultades que había enfrentado como híbrido y en la soledad que a menudo había sentido. Ahora, tenía a alguien que lo amaba y protegía, y estaba esperando crías que llenaban su corazón de una esperanza renovada. Pero la incertidumbre sobre el futuro y las preocupaciones sobre su salud y la de sus bebés también lo asaltaban de vez en cuando.

Decidido a distraerse un poco, Jisung decidió visitar a su amigo Félix. Sabía que el conducto de ventilación era el camino más rápido y que, como hámster, podía moverse con facilidad por él. Se transformó en su forma habitual, pero pronto se dio cuenta de que el collar era demasiado pesado para su diminuto tamaño. Lo arrastraba con dificultad, sintiendo que le impedía avanzar.

— ¡Ah, rayos!

No teniendo otra opción, volvió a su forma humana y se quitó el collar con cuidado, guardándolo en un lugar seguro. Después, se transformó nuevamente en un tierno roedor y se dirigió al conducto de ventilación. Escabullirse por allí era una habilidad que había perfeccionado, y pronto llegó al apartamento de Félix en el tercer piso.

Al entrar a la sala, Jisung vio al joven sentado en el sofá, leyendo un libro. Al notar la presencia del pequeño hámster, Félix levantó la vista y se rió.

— ¡Hola, mi adorable pastelito!—Saludó Félix, poniéndose de pie—E-Espera, eres un hámster. Cómo es que...Omg, ¡Hannie! ¡Es peligroso que andes cambiando de esa forma, especialmente ahora!

Jisung se transformó de nuevo en humano, sonrojándose un poco por la reprimenda.

— Mmm, p-pero el conducto de ventilación es más rápido y las escaleras son difíciles de bajar para mí ahora...yo...

Félix cruzó los brazos, frunciendo el ceño.

— Cariño mío, eso es muy arriesgado. Créeme, he leído sobre esto—El joven híbrido bajó la cabeza, sintiéndose culpable—Estás embarazado, pequeño, y cambiar de esa forma puede ser peligroso tanto para ti como para los bebés.

— L-Lo siento mucho, Félix—Jisung tuvo ganas de llorar—T-Tendré más cuidado. Lo prometo.

Félix suspiró y se acercó, para abrazar a su tierno amigo.

— Mi pastelito, sabes que yo me preocupo mucho por ti—Le acarició las orejitas con dulzura—Quiero que estés seguro, Hannie.

Jisung sorbió su nariz: — Ya sé.

🐹 ¿HANNIE DÓNDE ESTÁS? (MINSUNG) 🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora