CAPÍTULO 25 🐹

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Como cualquier otra mañana nublada y gris, Jisung se halló solo en el apartamento

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Como cualquier otra mañana nublada y gris, Jisung se halló solo en el apartamento. La tristeza lo había envuelto por completo; se sentía vacío y desolado. Los días habían pasado en una nebulosa de dolor, y el pensamiento de no poder seguir así le cruzaba la mente. Mientras el sol apenas se asomaba por la ventana, Jisung estaba sentado en su nido, deseando que todo terminara.

Ya no quiero seguir viviendo. Cerró sus ojitos mientras las lágrimas caían sobre sus mejillas rellenas, mojando su pelaje. Extraño a mi mamita. Quiero de vuelta a mi familia. Quiero a mis bebés. ¡Quiero a mis crías conmigo!

El timbre del apartamento sonó, interrumpiendo sus chillidos de tristeza y sus pensamientos más oscuros. Movió su naricita, y sacudió el resto de sus lágrimas con sus patitas delanteras. Luego, se transformó en humano, y levantándose con dificultad de la cama, salió de la habitación dirigiéndose lentamente hacia la puerta. Sintió que la energía le faltaba. Había estado mucho tiempo encerrado en su nido.

Con una mano temblorosa, abrió la puerta, revelando a Félix con una pequeña sonrisa en su rostro. El chico ahora con el cabello tintado de rojo, sostenía una caja de galletas con chispas de chocolate.

— Hola, vecino—Lo saludó con calidez—He venido a traer algunas galletas para ustedes. Espero que les guste.

Jisung, sorprendido por la visita, intentó forzar una sonrisa. Sin embargo, su expresión de tristeza era evidente. Trató de mantener la puerta entreabierta, evitando que Félix entrara.

— Mmm, sí...no, gracias...—Dijo con su voz quebrada y apagada—P-Perdón, pero...n-no es un buen momento.

Félix, al notar la apariencia de Jisung y su tono de voz, levantó una ceja en señal de preocupación. Su mirada se posó en las orejitas de hámster que Jisung olvidó ocultar, reconociendo inmediatamente su naturaleza híbrida.

— Espera, ¿eres un híbrido?—preguntó Félix, con una mezcla de sorpresa y curiosidad—Oh, my God. ¡Eres tú! El...el pequeño hámster que fue a mi apartamento, y...

Ladeó la cabeza, extrañado por el sollozo que Jisung dejó escapar. La presión emocional que sentía era tan grande que apenas podía soportarla.

— L-Lo siento, pero... ¿Está todo bien? ¿Estás bien?

Jisung negó, dejando que las lágrimas cayeran hasta sus pies descalzos.

— N-No quería incomodarte—Dijo Félix—Pero parece que estás pasando por algo difícil. ¿P-Puedo saber qué te sucede?

— ¿T-Te gustaría pasar?—Estaba tan cansado, que no le importó que otro humano a parte de Minho supiera el secreto de su naturaleza híbrida.

Félix asintió, entrando después con la mirada gacha al apartamento. Jisung se secó las lágrimas con el dorso de su mano e intentó ignorar el enorme vacío en su corazón.

🐹 ¿HANNIE DÓNDE ESTÁS? (MINSUNG) 🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora