En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los híbridos nacieron en una época en la que la ciencia avanzó a pasos agigantados, pero la ética y la humanidad parecieron quedar rezagadas. En un laboratorio secreto, un grupo de científicos se embarcó en un proyecto revolucionario: combinar ADN humano con el de diversos animales puros para crear seres híbridos. La intención inicial era entender mejor las capacidades animales (otorgadas por los dioses de la Tierra y la Naturaleza) y humanizar ciertas características que podrían beneficiar a los demás seres. Sin embargo, este experimento pronto se desvió hacia una oscura realidad: los híbridos comenzaron a ser vistos como curiosidades en lugar de seres con derechos.
Hace algunos años atrás, la madre de Jisung, una hámster sirio pura (que fue bendecida por sus dioses con un regalo especial: adoptar la apariencia de una humana, para así también aprender más del mundo a su alrededor) llamada Lumi, vivía en un pequeño santuario en las montañas, donde todos los hámsters de raza pura, eran protegidos y cuidados. Un día, su vida cambió drásticamente cuando un grupo de humanos decidió capturarla a ella y a otros muchos, para comenzar a experimentar con su ADN. Lumi fue elegida para uno de esos experimentos que buscaba fusionar su genética con la de un humano, y así crear una nueva especie que pudiera integrar las mejores cualidades de ambos mundos.
El padre de Jisung, un humano llamado Alex Han, fue uno de los científicos que supervisó dicho experimento. A pesar de su papel en la creación de los híbridos, aquel hombre pronto desarrolló un vínculo inesperado con la hembra hámster. Y en los meses que siguieron, se enamoraron en secreto, un amor que desafió las normas impuestas por la sociedad y los propios protocolos del laboratorio.
Cuando Lumi dio a luz a su camada de once crías, la noticia se esparció rápidamente, generando tanto asombro como repulsión. Los híbridos nacidos, entre ellos Jisung, eran parte de una nueva clase de seres. Mientras los humanos comenzaron a verlos como una amenaza potencial o una curiosidad más, los derechos y el bienestar de los híbridos quedaron en la oscuridad.
El mundo exterior no estaba preparado para aceptar a los híbridos, a pesar de lo que alegaban los defensores de la ciencia. Los derechos de Lumi y sus crías fueron ignorados, y un día, un grupo de humanos malintencionados irrumpió en el santuario, separando a Lumi de sus crías. Los híbridos fueron llevados a diferentes instalaciones, despojados de su libertad y sometidos a una vida de confinamiento y más experimentación.
Jisung aún siendo muy pequeño, de alguna forma logró escapar de las instalaciones. Su huida lo llevó a través de ciudades y pueblos hasta llegar al barrio Coral Gables, donde encontró refugio en un antiguo y colorido edificio. Allí, se encontró con Lee Minho, cuya vida cambió para siempre con la llegada del famosísimo Hannie.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Presente:
Jisung se recostó contra la cabecera de la cama, sumido en sus pensamientos, mientras Minho descansaba sobre su pecho. El silencio en la habitación estaba lleno de una calma que contrastaba con el caos de su pasado.
— ¿En qué estás pensando?—La voz del oficial lo hizo reaccionar.
— Estaba pensando...en mi vida antes de conocerte—Mantuvo sus ojos fijos en el cielo raso del lugar—En mi familia...en todo lo que perdí.
— ¿Qué recuerdas de ellos?—preguntó Minho, después de otro momento de silencio.
— Recuerdo a mi madre. Mi mamita Lumi, era una hámster hermosa y cariñosa, ¿sabes?—Jisung sonrió con nostalgia—Mi padre, Alex, era un humano y trabajaba en el laboratorio.
Suspiró, jugando con el cabello de Minho y tocando la piel suave de su cuello.
— Se enamoraron en medio de todo el caos. Tuvimos una vida tranquila, pero luego...todo cambió—Contó—Los humanos llegaron y...separaron a toda la camada. Nos llevaron a mis hermanitos y a mí a diferentes lugares, y solo yo pude escapar. Recorrí muchos caminos hasta llegar aquí.
— Debió haber sido muy difícil para ti.
— Sí, lo fue. Fue muy doloroso—Sus orejitas bajaron con tristeza—A veces me pregunto...qué habría pasado si todo hubiera sido diferente.
Minho entrelazó su mano con la de Jisung, manteniendo la mirada perdida en la cortina cerrada de su ventana.
— Pero estoy aquí ahora, contigo, Minho. Y eso significa mucho para mí.
— Lo sé.
— No puedo imaginar mi vida sin ti.
Minho lo miró a los ojos, y sin pensarlo, Jisung se inclinó hacia adelante para besarlo con ternura. Es lo que el joven híbrido más amaba hacer: besar, probar, degustar, lamer los ricos labios del oficial que siempre aceleraban los latidos de su corazón y atontaba su mente, alejando cualquier mal recuerdo.
Habían encontrado un hogar, y un lugar el uno al lado del otro.
