En su apartamento, una diminuta figura dorada aguardaba en la penumbra. Durante el día, era un hámster solitario y discreto, pero al caer la noche, se transformaba en un ser juguetón y curioso. Su nombre era Han Jisung, y ocultaba un secreto profund...
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La tarde estaba cálida y soleada, perfecta para disfrutar afuera en el jardín.
Félix, junto a su esposo Changbin y su pequeña hija Molly, fueron de visita a la casa de los Lee. Los cuatro pequeños, Joon, Kai, Jiho y Freezle, estaban encantados de ver a sus tíos y a su prima.
— ¡Tío Félix! ¡Tío Binnie!—Gritaron en coro mientras corrían hacia ellos, seguidos de cerca por sus padres, quienes se unieron a ellos en el jardín.
Félix, con una gran sonrisa en el rostro, saludó a los niños.
— ¡Hola, mis pastelitos hermosos! ¿Cómo están?
— ¡Muy bien!
— ¡Vengan, vamos a jugar!—Exclamó Kai, mientras arrastraba a Molly para que se uniera al grupo y así empezar a jugar, correr y brincar.
— ¡Lixie!
— ¡Hannie!—El par de amigos se saludaron con un caluroso abrazo—Owww, cómo te extrañé, pastelito. Detective Lee.
— Qué hay, Félix. Señor Seo.
— ¿Cómo está, detective Lee?—Con el paso de los años, Seo Changbin siguió siendo el mismo: serio e impaciente—Jisung. Es agradable verlos de nuevo.
— Sí. Es increíble cómo ha pasado el tiempo—La pareja Lee intercambió una mirada llena de diversión y asombro—Parece que fue ayer cuando ustedes dos estaban hablando sobre su futuro y ahora tienen una hija maravillosa.
— Sí, es cierto—Asintió Félix—Todavía me sorprende lo rápido que crecen y cómo cambia todo a su alrededor.
— Hablando de cambios—Dijo Jisung—Me alegra que las cosas estén mejorando para todos los híbridos. Ahora tenemos más oportunidades y menos barreras.
— Definitivamente—Confirmó Minho—Aunque aún hay desafíos, ver a nuestros hijos felices y jugando libremente en el jardín lo compensa todo.
— ¡Mami, papi!
De pronto, los niños, visiblemente asustados, corrieron hacia la casa, buscando a sus padres con ojos llenos de miedo.
Joon fue el primero en entrar.
— ¡Mamá, papá! ¡Hay un hombre vestido de negro allá afuera! ¡E-Es muy alto y...y tiene un gato negro!
Minho y Jisung se miraron preocupados, y rápidamente fueron a la entrada del jardín para averiguar qué estaba pasando. Allí, de pie cerca del borde del lugar, estaba un hombre alto, vestido completamente de negro y el cabello rubio grisáceo. Un gato negro reposaba sobre su hombro.
— ¿Señor Chan?—Murmuraron ambos adultos, con los ojos muy abiertos por la sorpresa y boquiabiertos.
Sí, señores. El hombre era Bang Chan, y su gato no era más que Jung Won.
