CAPÍTULO 38 🐹

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El tiempo transcurría y Jisung notaba cómo su abdomen se volvía cada vez más prominente

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El tiempo transcurría y Jisung notaba cómo su abdomen se volvía cada vez más prominente. A medida que los embriones se desarrollaban rápidamente, su cuerpo comenzó a experimentar transformaciones visibles y marcadas. Esos cambios, aunque eran naturales, también llevaron consigo una serie de ajustes emocionales y físicos que se volvieron evidentes para él y para Minho.

Una tarde, mientras el sol se filtraba a través de las cortinas del apartamento, Jisung se encontraba recostado en el sofá, acariciándose el abdomen con una mezcla de preocupación y fascinación. Félix, que había subido de visita y estaba cuidando a su tierno amigo mientras Minho cumplía con sus deberes en la academia, notó la expresión inquieta en su rostro. Se acercó con suavidad y se arrodilló a su lado.

— ¿Todo bien, pastelito?—preguntó, preocupado.

Jisung lo miró, sus ojos reflejaron ansiedad y emoción: — Siento que todo está cambiando tan rápido, Félix. A veces me pregunto si estoy manejando todo esto bien.

Félix tomó su mano, apretándola con ternura: — Estás haciendo un excelente trabajo, pequeño. Es normal que te sientas así. ¿Quieres comer? Puedo prepararte algo.

— Tarta de queso—Jisung respondió con timidez—Q-Quiero tarta de queso con un zumo de frutas.

— Enseguida. No te muevas, el tío Félix se hará cargo de todo—El pecoso le dio un besito en la frente antes de volver a levantarse e ir a la cocina.

Jisung rió tierno, sobando con delicadeza su vientre. Los cambios en su cuerpo eran cada vez más evidentes, y su comportamiento también había comenzado a reflejar el impacto de la gestación acelerada.

 Los cambios en su cuerpo eran cada vez más evidentes, y su comportamiento también había comenzado a reflejar el impacto de la gestación acelerada

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Un domingo por la mañana, mientras Minho preparaba el desayuno, Jisung entró en la cocina, tambaleándose un poco. Su apetito había aumentado considerablemente y, al igual que los hámsters, anhelaba ciertos alimentos sin cesar. Minho le observó con una sonrisa mientras el tierno híbrido se inclinaba hacia el plato de frutas con entusiasmo.

— ¿Te gustaría algo más, cachetón?—preguntó Minho con una sonrisa suave, dándose cuenta de que Jisung había devorado casi toda la fruta.

— Mmm, nop, estoy bien—Respondió Jisung con una sonrisa satisfecha, aunque se notaba que su cuerpo aún anhelaba más.

🐹 ¿HANNIE DÓNDE ESTÁS? (MINSUNG) 🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora