Hunter
Sonreí hambriento con el vibrador de Lena en la mano.
Ella sin embargo estaba sonrojada.-Dame eso- intento quitármelo, pero lo levanté para que no llegase.
Ahora Lena estaba de pie en su cama, pero aún así seguía siendo más alto.
-¿Estabas jugando con esto cuando he llegado?- dije sonriendo maliciosamente.
Ella se puso más roja, si es que se puede.
-Hunter, no estoy jugando. Dame eso- dijo
-Oh, cariño tienes razón todavía no estás jugando- le dije.
Con mi mano libre la agarré fuerte del culo, para evitar que se cayese ya que estaba saltando..
-¿En quien pensabas mientras lo usabas? ¿Pensabas en mí?- le dije
-Hunter no tiene gracia- me dijo
Le sonreí maliciosamente, luego puse su vibrador en la mesita.
-Quiero verte usándolo para mí, pero será otro dia- le dije.
La cogí con ambas manos del culo y la bajé al suelo. Le quite la camiseta y así que se quedó desnuda.
Me relamí los labios, y la besé con fuerza, apretándole el culo con ambas manos.
-Vas a ser mi muerte- le dije.
Me quite el chaleco y lo coloque en la silla que había, me quite la camiseta y la lancé al suelo. Luego quité las botas y me senté en la cama.
Lena me miró con confusión.
-¿No creerás que me he olvidado de tu castigo, verdad?- le sonreí
Ella abrió mucho los ojos.
-Ya sabes lo que tienes que hacer- le dije con malicia
Lena vino lentamente hasta llegar a mi lado, se mordió el labio y me miró.
-Lena- le gruñí.
Ella se colocó en mi regazo con su culo en exhibición y yo sonreír.
-Buena chica- le dije acariciando sus nalgas.
Abrí ambas nalgas con mis manos y pude ver ambos agujeros y me relamí.
Su coño estaba húmedo, ella quería esto, le gustaba tanto como a mí ser castigada.
Di el primer azote y saltó gimiendo.
-Tienes que estar quieta, cariño - le dije.
Di el segundo azote y aunque gimió, estaba intentando estar quieta.
Volví a dar otro azote ,cambiando de nalgas cada vez, hasta que llegue a 12.
Sus nalgas estaban rojas, y las acaricié dejando mi mano encima calmandolas.
-Buena chica- le dije.
Volví a abrir ambas nalgas y ví la humedad de su coño, que ahora prácticamente goteaba en mi pantalón.
La puse de pie con cuidado y me desabroché los pantalones, quitandomelos y lanzándolos al suelo.
Mi dura polla saltó libre golpeando mi estómago.Lena estaba mirando mi polla, y la vi relamerse.
- De rodillas, cariño - le sonreí.
Me sonrió y obedeció rápidamente.
Su mano agarró mi polla y casi me corro en ese momento, deslizó su lengua por la punta de mi polla lamiendo el pre-semen que ya había allí y gemí.
-Joder, Lena. Vas a matarme- le gruñí.
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Hells Angels MC
RomanceHunter presidente de los Hells Angels MC, con 45 años su vida consiste en el club y en pasar las noches con culos dulces. ¿Quién no iba a querer tener sexo con el presidente de uno de los mayores MC de California? Hay dos cosas que tiene claras en...