Un Beso cálido para El Corazón.

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Sumido en la oscuridad de su habitación de hotel. Yoongi permanece sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la base de la cama. La mirada vacía enfocada hacía la negrura de la fría noche. Solo la luz de la luna le acompaña en esa pesada soledad.

Está exhausto, su cuerpo está adolorido, la realidad y la culpa le han golpeado duramente. Los ojos le arden, los párpados le pesan y en su garganta adolorida, se le ha quedado el sabor desagradable de la amargura de su llanto.
Incluso respirar profundo resulta un tormento porque en su pecho no hay un suspiro de alivio, no hay calma, no hay paz en su corazón.

Le da una calada profunda al cigarro entre sus dedos y exhala el humo hacia él techo de la habitación junto con los demonios que le evocan sus pensamientos.
Junto a él yace una botella vacía de whisky, un par de botellas vacías de soju sobre el tocador y un montón más regadas por la alfombra de la habitación.

Todo es un desastre, no recuerda ni siquiera cuando se bebió todo eso. Pero al menos le sirviera de algo toda esa mierda... No ha podido ahogar ese sentimiento desesperante de la culpa y la tristeza en él.

Lo ama demasiado, Jin es lo mejor que le pudo haber pasado a su vida. Realmente así es, y sin embargo se comportó como un completo imbécil con él.
Lo del ramo de flores era para pedirle perdón, quería consegir verlo al menos para poder hablar con él y disculparse sinceramente. No tenía otra cosa en mente, de verdad que no quería provocarle nada malo pero todo le salió alreves.

Solo lo había lastimado más. Y pensar en que Jin pudo atentar contra su vida, para no seguir sufriendo por su culpa. Le rompía en mil pedazos, le hacía sentir miserable, peor que una vil basura.

Y ya no podía con ese peso en los hombros. De pronto el silencio de su habitación se volvió sofocante e inquietante. Desesperado por acallar sus jodidos pensamientos, se arrastró por el suelo buscando el control remoto, necesitaba ruido y pronto.
Lo encontró debajo de la cama, la encendió y le subió todo el volumen dejándole en un canal cualquiera.

Luego se echó a la cama y se obligó a dormir. Necesitaba poner paz, anhelaba desesperadamente poder dormír al menos una noche.
Lentamente cerro los ojos y apunto de por fin quedarse dormido, unos fuertes golpes llamaron a su puerta.

Entonces levantó la cabeza de la cama y viendo hacia la puerta, maldijo entre dientes a quien sea que estuviera molestandole a esa hora.

—¡Que se vaya a la mierda! —rabio Yoongi acostándose boca abajo, se cubrió la cabeza con la almohada.

Pero los golpes no se detuvieron.

—¡Yoongi, abre! ¡Soy Yu!

Bien, Yoongi si se sorprendió y se quitó la almohada de la cabeza quedándose quieto. No esperaba que él fuera a buscarle, pero aún así no iba abrirle. Se sentía de la mierda y no estaba para sus estúpidos reclamos.

La puerta volvió a temblar.

—¡Yoongi! —él sr Yu no se iba a mover de allí hasta que él pelinegro le abriera—. ¡Se que estás ahí! —espero un poco y volvió a tocarle con más fuerza—. ¡Maldición Yoongi! ¡Si no abres ahora mismo, iré por la llave y entraré para sacarte arrastras...! ¿Me escuchaste...? —Yoongi bufó rodando los ojos y se sentó en la cama— ¡Abre ya la puerta!

A regañadientes y dando tropezones, él pelinegro fue hasta la puerta y la abrió para volver enseguida a la cama.
Su colega entró, cerro la puerta por detrás y se quedó enseguida con cara de asombro y de asco al mismo tiempo al ver el desastre que tenía él pelinegro en toda la habitación. Dió un par de pasos y pateó sin querer un botella de soju la cual fue rodando hasta la puerta del baño.

SMERALDO (sujin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora