Yoongi y Jin llevan un matrimonio de 7 años, por los cuales han tenido que pasar por situaciones difíciles tales como quedar casi en banca rota, la infidelidad de Yoongi perdonada por Jin y la mas fuerte. La muerte de su hijo.
Es por esto que Jin si...
A mitad de la noche se despertó temblando de frío y queriendo salir a quemar el sofá que le provocaba dolores de espalda, su quejido salio ronco y pesado de sus labios al ponerse en pie. Yoongi estaba adormilado caminando por el pasillo directo hacia la habitación. Su piel se le había erizado y caminaba en puntas porque sentía que el suelo era un tempano. La antigua casa no era tan fría como esta, se decía Yoongi.
Abrió la puerta y la cerro con cuidado y Yoongi sintió ese cálido habiente de la habitación. Puso una rodilla en la cama y entonces abrió sus ojos por completo. Anoche no le recibió el plato de cena a su esposo, porque seguía molesto y muy celoso y el hambre se le había ido, tampoco le hablo ni le respondió cuando Jin le dijo que se iría a dormir. Porque el medicamento ya estaba haciendo efecto.
Yoongi pensó que su silencio era bastante claro para Jin, para que dejara de actuar de esa forma. Como si eso, de dejarse tocar por alguien mas, que no fuera el, su esposo, no estuviera mal. Pero el pelinegro tiene bastante frío, apenas si es media noche y ya siente que perderá los dedos de sus pies.
—¡uhm! —su esposo luce tan lindo dormido y cubierto por las frazadas que le es imposible ya resistirse a el. Niega con la cabeza y siente que casi llora, porque Yoongi desea acurrucarse a su lado, el pelinegro quiere abrazarlo y subirle una de sus piernas sujetándolo por su estrecha cintura. Aspirando el aroma natural de la piel de su cuello.
Pero el pelinegro aun esta molesto y celoso, —¡hmp! —se pone de nuevo en pie y sale de nuevo de la habitación con una frazada extra.
Al menos Yoongi, no pasara tanto frío.
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Es la primera ves que Jin puede decir, que durmió por completo toda la noche. Claro, desde ese día que perdió a su hijo. Es la primera ves. Dio un gran bostezo y se giro para tomar el reloj en sus manos
—¡8:50am! —Jin sale corriendo de la habitación, con sus cabellos despeinados y con su pijama aun tibia. Entra a la cocina sin darse cuenta de que el pelinegro esta sentado frente a la mesa revisando algunos documentos, con toda tranquilidad
—Jin...
El castaño casi tira el pocillo donde calienta el agua para el café de Yoongi. —¡Sigues aquí! —su voz salio débil y llevo su mano a su garganta porque aun pudo sentir el dolor en ella— ¡lo siento, yo...me daré prisa!
En los 7 años que lleva casado con Yoongi, no se le había hecho tarde jamas, ni aunque estuviera enfermo o su pequeño hijo haya tenido demasiada energía y el tuviera que cuidarlo sacrificando su noche. Por eso es que se ha dado la vuelta apenado para dejar el pocillo en el calentador
—No iré al trabajo hasta el lunes, —la voz grave de Yoongi le pone de nervios— el edificio esta... en remodelación. No hagas nada, ya me prepare el café...
El pelinegro acomoda sus lentes echándole una mirada rápida a la vestimenta de su esposo. Yoongi se sonríe de lado al imaginar a Jin corriendo por la casa.
