Escena que transmite y provoca parte 1

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—Estas haciendo todo lo contrario, a lo que te preescribi Seokjin —trata de sonar serio y da un poco mas de realismo al mirar fijamente al frente por sobre la carretera. Prende la calefacción para que la humedad en la ropa del castaño no le afecte a su muy descuidada salud.

—yo, no soy así... lo siento —su alivio fue muy grande cuando subió al BMW negro de su médico, realmente se sintió salvado por el. Pero minutos después su incomodidad, se hizo presente al recordar que el es un chico casado y que no debería de estar subiéndose al lujoso auto de su lindo médico, solo porque tontamente se ha perdido por no recordar las calles de la ciudad y también por no tener el valor de pedirle a su esposo Yoongi, que le acompañara porque tenia miedo de entrar de nuevo a un hospital desde ese día que su pequeño falleció.

La curiosa y alegre risa de su médico le a tomado por sorpresa y Jin vuelve a sonreír porque ahora sabe que hay alguien mas aparte de el con esa peculiar forma de reír.— Tranquilo Seokjin, estoy bromeando. Descuida. —La sonrisa del médico debería ser también una forma de curar. Se dice Jin, mirando a su medico conducir relajado y sonriente mientras el se sujeta de sus brazos.

8:02pm Yoongi a llegado a casa y a puesto el seguro y a colgado sus cosas en el perchero de su habitación, como siempre lo a hecho.
Mientras lavaba sus manos pensaba como es que le diría a su esposo que mañana viernes no trabajaría hasta el lunes por remodelación del edificio, donde trabaja. Baja a la cocina y remoja sus labios secos antes de entrar

—Jin, espero que si hayas ido al hospital porque no dormire en el... —Yoongi y Jin ya no se miran a la cara cuando llegan a cruzar muy forzosamente unas palabras—, sofá... —termina por decir y tarda en comprender, que su esposo no esta sentado frente a la mesa con su cena puesta en el lugar de enfrente, esperándolo como siempre lo a hecho para el.

—¡hmp! —aprieta sus labios con fastidio y lleva su mano a sus cabellos negros moviéndose de un lado a otro en la cocina— Jin, —esta ves prendió la luz de la habitación y pudo ver por el cesto de ropa, que el castaño se baño y preparo para salir. Su ceño se frunce y trata de convencerse de que su esposo si le hizo caso esta ves.
Pero Yoongi esta intranquilo, y el hambre se le a ido, mira por la ventana moviendo las cortinas y después al reloj en la pared.

8:45pm ya es muy tarde y Yoongi ya no puede fingir que no le importa donde es que se encuentra su esposo a esa hora.
8:50pm toma las llaves de casa y algunos billetes de su cartera, guardándolos en sus pantalones sueltos y la dirección del hospital a donde mando a Jin en su sudadera negra.

—A qui es, —dice alegre y preocupado al mismo tiempo, ansioso por quitar ya el cinturón de seguridad de su torso. Baja del auto y siente un acelere en su corazón al escuchar la puerta del conductor y notar al médico bajando de el, para acompañarlo.

—si que estabas muy alejado de casa Seokjin —el aire se siente húmedo y la piel del castaño se le erizo en cuanto el medico se posiciono a su lado. Pero Jin esta seguro que fue por el cambio de temperatura.

Solo lleva una camisa negra remangada hasta sus codos y sus perfectos pantalones lisos del mismo color, el castaño se congela y el lindo médico vestido de esa forma y sin dejar de sonreír. —Gracias por traerme hasta... mi casa —trata de no castañear los dientes por el frío que siente, o tal ves porque su esposo Yoongi esta adentro, furioso esperando por su cena.

—fue un placer Seokjin...

Yoongi se gira por sobre su hombro, y su ceño se frunce tratando de divisar mejor a la pareja que según el, pensó que platicaba y se despedía cuando salia de casa y cerraba su puerta.

—no conseguí tu numero, pero al menos ya se donde vives —el pelinegro ya tiene 30 años, su cuerpo ya no es tan ágil como antes, pero su corazón a empezado a bombear mas sangre caliente a todo su cuerpo, como cuando era un precoz adolescente de 13 años defendiéndose de los bravucones que le llamaban "fideo Min"—. Aun sigues con ese color rojo en tus mejillas —Jin no se a apartado del toque cálido de la mano del médico, solo a cerrado los ojos— bien, ya no hay temperatura, sera mejor que entres

—si, gracias de nuevo —vuelve a sonreír. Este es un día récord para el castaño.

—ah... ¿Seokjin? —se vuelve a su médico un poco asombrado

—¿si?...

—me gustaría que me llamarás...

Jin no respondió, pero su médico subió a su auto convencido de que el castaño a si lo haría, porque una hermosa sonrisa no puede mentir. Cuando llegaron a la nueva casa, Jin entro pisando solo los cuadritos de cemento del lado derecho, porque los izquierdos ya tenían grietas y nunca le a gustado pisarlas. Y así lo esta haciendo...

—¡hmp! —pero se a detenido abruptamente, la luz de enfrente de la nueva casa no sirve y el castaño se a llevado un gran susto al toparse de frente con la dura mirada de su esposo Yoongi. Los severos ojos negros de Yoongi están penetrando duramente la conciencia de su esposo que esta que se siente culpable y como todo culpable y condenado, baja la mirada muy nervioso

—¿donde estabas? —su voz es grave y fría, pero Jin siente la molestia en sus palabras

—En... el hospital —traga nervioso comenzando a temblar— fui a la consulta como me dijiste...

La respiración de Yoongi esta agitada y siente una gran molestia en el estomago...

¿Porque actuar así, si no eres culpable de nada?. Cuando eres culpable de todo, no eres así, se dice Yoongi mordiendo su mejilla interna porque acaba de darse cuenta, que no todos son buenos en el arte del engaño como lo es el. Al menos su amado esposo no lo es.

El anfitrión del matrimonio Min, se hizo presente

—¿Eso es todo? —otra ves el rechinar de sus dientes, a Jin le desagrada eso— ¿porque a esta hora? —Yoongi no había sentido tal desagrado y molestia en el, provocado por ver a su esposo platicando y aceptando caricias de otra persona ó mas bien, jamas imagino que Jin se pudiera fijar en otra persona, porque siempre estuvo para el.

Pero lo cierto es que, no le prestó la suficiente atención a su esposo Jin. Esa puede ser la razón por la que esa escena, le quema el pecho y patea su orgullo.

—...¿Quien era el?... —no puede controlarse más. Jin nunca había hecho tal cosa para provocarle celos... ¿porque hacerlo ahora, que esta todo bien?, Yoongi no lo entiende.

El castaño esta por arruinar el envase de sus cajitas de medicina que le dio su médico, sujetas en sus manos en forma de puño, pegadas a su cuerpo, sus pantalones húmedos le pican la piel, tiene demasiado frío y siente un hueco en el estómago, porque salio de casa sin comer.

—Es que no... —su voz se quiebra— no recordé las calles y.... y, me olvide... —se calla porque siente que llorara, hace tiempo que no llora frente a Yoongi. Jin ya no siente esa confianza. El castaño siempre a sentido miedo por muchas cosas como la oscuridad en una habitación, una fuerte lluvia con truenos y relámpagos, a estar solo, a las películas de terror. También a los —¡hmp! —de su esposo cuando lo toma por sorpresa y evita pisar las grietas en la acera.

Pero todo eso no se compara con la mirada de enojo de Yoongi y su —¡¿y quien demonios era el?!, ¡estoy esperando! —que salio de sus labios resecos

Jin sintió ser de alguna forma su propio verdugo, porque se paso a la otra hilera de cuadritos de cemento agrietados, tratando de evitar a Yoongi y a su pregunta

—¡Que me respondas, Seokjin! —los pequeños frascos de medicina cayeron de las manos frías del castaño al suelo, cuando un Yoongi furioso sujeto de los brazos con fuerza desesperado por hacer hablar los labios de su esposo. —¡Es el m-medico!, s-solo me trajo a casa... porque... —los gritos de Yoongi lo ponen mas nervioso y asustado. Jamas lo había visto así, el no lo habría provocado de esa forma

—¿Y porque lo haría? —cuando Jin lo descubrió en su engaño hace tiempo, Jin no le pido explicaciones ni mucho menos se puso histérico como el se esta demostrando ante su hermoso esposo castaño

—...Porque me perdí, —confiesa asustado y sonrojado— y el me encontró...

•••

Yoongi esta de vuelta en el sofá. Esta molesto y buscando comodidad para ver si podrá dormir. Aunque su estómago le gruña porque tiene demasiada hambre y su maldita mente perfecta no se olvida de la escena donde ese tipo de cabellos rubios y unos centímetros mas alto que el, toca la mejilla de su esposo Jin.

Pero Yoongi también esta tranquilo porque Jin ya no tosió ni se quejo del dolor de garganta, Yoongi sonríe porque su "Jinnie" dormirá bien esta noche.

SMERALDO (sujin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora