⌗𝐏𝐑𝐄𝐒𝐈ó𝐍⌗

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Sinopsis: Cuando jugué por primera vez a la presión, me quedé parado y mirando el modelo del personaje de Sebastian durante cinco minutos

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Sinopsis: Cuando jugué por primera vez a la presión, me quedé parado y mirando el modelo del personaje de Sebastian durante cinco minutos. Así nació esto. yayayaya

Arrastrándote sobre tus rodillas y codos, tu pecho vibra con tu respiración sibilante

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Arrastrándote sobre tus rodillas y codos, tu pecho vibra con tu respiración sibilante. La verdad es que nunca habías sido una persona activa. La mayor parte del trabajo que hacías en un día era normalmente en el trabajo, e incluso entonces, era mínimo. Basta decir que, al verse empujado a este escenario de mierda donde huir de amenazas constantes era la norma, la situación no podía ser más desesperada.

Mueves una mano delante de ti, apartando las capas de polvo que se han ido acumulando en el estrecho conducto de ventilación mientras tu tos áspera rebota en las paredes y crea una cacofonía de ruido espantoso. 

Murmuras una serie de maldiciones para ti mismo, tapándote la nariz y la boca con la palma de la mano en un intento lamentable de sofocar tu ataque de tos. Sería una suerte para ti que un monstruo extraño y sobrenatural cercano oyera tu patético yo asmático en los conductos de ventilación y te sacara a rastras de los tobillos. La sola idea provoca una sacudida electrizante de ansiedad en tu cuerpo, y si tuvieras espacio, estarías mirando por encima del hombro con paranoia. Por desgracia, lo mejor que podías hacer era poner a prueba tus nervios y arrastrarte un poco más rápido. 

Honestamente, fue un logro en sí mismo que lograras meterte con tu yo adulto en un pasaje tan claustrofóbico en primer lugar. Si no lo hubieras sabido, habrías pasado de largo por el respiradero más conveniente y atractivo del mundo, probablemente pensando que era una trampa evidente. Pero sí lo sabías. A solo unos metros de distancia se encontraba el único lugar en las entrañas de este paisaje infernal donde te sentías completamente a salvo.

Al salir del pozo como una rata del metro de Nueva York, finalmente eres libre de toser hasta los pulmones en paz sin miedo a morir a causa de un pescador. Al menos, no morirás a causa de este en particular. Te recuestas a ciegas para sentarte sobre tus ancas, esforzándote por captar cualquier movimiento en la oscuridad.

—Oh, eres tú. —Tus hombros saltan cuando escuchas una voz arrastrada desde el otro lado de la habitación. Poco después, un suave resplandor comienza a iluminar el espacio ocupado.

𝐎𝐂𝐄𝐀𝐍   ˢᵉᵇᵃˢᵗᶤᵃᶰ ˢᵒˡᵃᶜᵉ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora