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Resumen: "Llegas a la tienda de Sebastian con algunas heridas graves y te resulta difícil curarlas tú mismo después de comprar un botiquín. Sebastian decide ayudarte a regañadientes. ¡Diviértete!"
Advertencias: heridas profundas, sangre, sutura de dichas heridas y, uhh, lector de género neutral, si eso cuenta como advertencia.
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Joder. Que le jodan a este maldito lugar, que le jodan a él y a todo lo que hay en él.
Abriste una puerta de Good People. Has pasado por este lugar TANTAS veces que CONOCES todos los indicios de una puerta falsa. La respiración, las chispas del letrero sobrecalentado, la leve estática en la pantalla. Pero tenías prisa, porque las luces parpadearon y no había ningún casillero a la vista. ¡Ni siquiera en la habitación anterior a este! Gracias a Dios era Chainsmoker el que estaba entrando. Te dio tiempo suficiente para apresurarte hacia la puerta correcta y encontrar el camino hacia un casillero, incluso con tres cortes recientes en tu costado. Saliste con cuidado del casillero una vez que pasó.
Dolía. Quemaba . La sangre caliente se derramaba por tu costado, por tu pierna, hasta el suelo. No era la primera vez que te lastimaban en este lugar infernal, pero eso no lo hace más fácil cuando sigues lastimándote. Odias estar aquí. Todo apesta. No puedes esperar a mostrarle el dedo medio a este lugar y a Urbanshade e irte con tu perdón total. Si es que ese día llega. A veces todo este esfuerzo parece inútil.
Pero estás decidido, así que continúas. Ligeramente encorvado hacia adelante y sujetándote el costado, avanzas por el pasillo oscuro hacia la siguiente habitación. Y la siguiente. Y la siguiente. Y la siguiente. Evitando los apretujones, mirando de vez en cuando por si no oíste a un habitante de la pared escaparse.
Sólo tenías que esperar a otro pescador, esta vez en una habitación con taquillas , antes de escuchar una voz demasiado familiar que te hacía señas para que te acercaras en una habitación demasiado familiar.
Más vale que este gilipollas esté vendiendo botiquines.
Haces una mueca de dolor mientras te agachas junto al respiradero y te arrastras hacia la tienda de Sebastián.
