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Caminando por los pasillos sombríos y los corredores tortuosos, los sonidos de las cámaras zumbando y luego apagándose mientras cierta IA te vigilaba. Todo parecía demasiado para asimilar. Los otros "prescindibles", como los llamaban, ya habían sido eliminados uno por uno. Las numerosas criaturas que vagaban por los pasillos eran lo suficientemente letales por sí solas. Tu mejor amiga, que aparentemente había sido capturada por Urbanshade hace muchos años, fue la primera en desaparecer, desafortunadamente. El encuentro cercano con cierta criatura rosa que gritaba dejó tus oídos zumbando mientras pasaba zumbando. El crujido repugnante cuando el cuerpo de tu amiga cayó al suelo, sus ojos y rostro se arrugaron como si estuviera diciendo algo que estaba atrapado en su muerte. Era bastante irónico, te había estado inculcando que es necesario concentrarse para sobrevivir aquí, pero su propia distracción parecía ser su fin. La risa que resonó de la bestia rosa era repugnante, se podía escuchar el crujido, el gorgoteo húmedo de la sangre mientras se devoraba los restos que tenía de tu mejor amigo.
El siguiente encuentro había sido un poco más abajo. Tú y los seis restantes estaban saqueando en una sección submarina cuando apareció el pescador. Se oyeron los rugidos de triunfo cuando el pescador había agarrado con éxito a uno de los hombres más corpulentos y luego lo había arrastrado más hacia el abismo abierto. Ninguno de ustedes había oído las señales, las luces tampoco parpadeaban debido al cableado roto y al agujero gigante en la pared junto a ustedes. El agua quedó con nubes rojas de sangre, pero todo lo que pudieron hacer fue seguir adelante mientras los demás empujaban más y más. La "líder", como ella lo llamaba, se puso un extraño traje de baño rojo de payaso que chirriaba cada vez que daba un paso. Su cabeza tenía un par de cuernos, similares al carnero de Jacob, su cara estaba cubierta por una máscara que, curiosamente, también decía la palabra "cara". Apenas hablaba, aparte de gritarte a ti en particular cada vez que aparecía un pescador. Incluso se aseguró de que hubiera un casillero abierto, su propia vida se salvó por los lugares extraños en los que se encontraba escondida, agacharse contra la mesa parecía protegerla del pescador de ojos entrecerrados.
"Mira", dijo la "líder" con un tono monótono mientras se acercaba a ti. Los otros tres fueron a buscar la tarjeta de acceso a la habitación contigua mientras la mujer te arrastraba hacia la habitación segura.
"Nos acercamos a Sebastian, bajo ninguna circunstancia le muestres tus genitales, ¿de acuerdo? Morirás", dijo ella, mientras tu voz interfería.
"¿Mostrárselo como en...?", preguntaste.
La mujer hizo una pausa y su cuerpo se quedó inmóvil mientras comenzaba a procesar lo que acababas de preguntar. La repentina aparición de su cinturón cobraba vida antes de golpearte en la cara, aunque en realidad el cinturón no era uno, sino una cola con la punta de una flecha azul que se movía detrás de ella. La sensación de escozor que lo acompañaba apenas se notaba, no te golpeaba para hacerte daño, sino solo para hacerte entrar en razón.
"NO LO HAGAS... Dios mío, el hecho de que tenga que hacer esto es muy decepcionante". Habló durante un segundo, sacando un dispositivo particular de su cinturón. A primera vista, parecía una extraña pistola escáner hasta que apuntó con la punta directamente a otro miembro de la tripulación que no estaba en uso. Le silbó, asegurándose de que la estuvieran mirando antes de apretar el gatillo. Un destello brillante repentino iluminó la habitación antes de oscurecerse, los gemidos de dolor que se escucharon del prescindible cuando la ceguera repentina lo invadió. La miraste, la miraste antes de que ella se cruzara de brazos, simplemente resoplando mientras tomaba la tarjeta de acceso de su mano para abrir la puerta. Te preguntaste si realmente era necesario hacer eso, pero seguiste adelante.
