Capitulo 18

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Parte 2.

Al día siguiente, Adele se dirigió temprano al hospital. Había pasado la noche revisando los documentos y haciendo notas, buscando cualquier cosa que pudiera explicar lo que había sucedido. Sabía que necesitaba más información, algo que solo el laboratorio podría proporcionar.

Al llegar al hospital, Adele fue directamente al laboratorio, su mente aún centrada en la búsqueda de respuestas.

—Buenos días —saludó al encargado del laboratorio al entrar, su voz más cortante de lo que pretendía debido a la tensión acumulada.

—Buenos días, doctora Adkins. ¿En qué puedo ayudarla? —respondió el encargado, levantando la vista de su escritorio.

—Necesito ver los resultados de la autopsia de la paciente Britanni Haiker, por favor —dijo Adele, intentando mantener la calma.

El encargado asintió y buscó en un archivador cercano.

—Sí, un momento. Justamente acabamos de recibir los resultados, doctora —dijo, entregándole un informe detallado.

Adele tomó el informe y comenzó a leerlo con atención. Su corazón latía rápidamente mientras sus ojos escaneaban cada línea de texto. Finalmente, se detuvo, sus ojos abriéndose un poco más al ver la causa de la muerte: todo arroja que la paciencia ingerio una buen dosis de cocina antes de entrar a la cirugía, lo cual la llego a tener recaída en sus signos mediante la cirugía.

Se quedó en silencio por un momento, asimilando la información. Esto cambiaba todo. La paciente no había fallecido por negligencia médica, sino por una sobredosis de drogas. El alivio la inundó, seguido rápidamente por una oleada de felicidad.

Adele se giró hacia el encargado del laboratorio, su voz firme.

—Gracias. Esto es exactamente lo que necesitaba ver —dijo, ya buscando su teléfono para enviarle un mensaje a Richard.

Salió rápidamente del laboratorio, marcando el número de Richard mientras caminaba hacia su oficina.

—Richard, necesito que vengas a mi oficina ahora mismo —dijo, su tono urgente.

Unos minutos después, Richard llegó a su oficina, su expresión llena de preocupación.

—¿Qué pasa, Adele? —preguntó al entrar, cerrando la puerta detrás de él.

Antes de que pudiera responder, Adele cruzó la distancia entre ellos y se lanzó sobre él, rodeándolo con sus brazos. Richard reaccionó instintivamente, sujetándola por los muslos mientras la levantaba del suelo. Ella lo besó, pero él no tardó en corresponder.

Después de un momento, Adele se apartó.

—Qué sucede? — Preguntó Richard

—Mira esto —dijo, entregándole el informe de la autopsia.

Richard lo tomó y comenzó a leer. A medida que sus ojos recorrían el documento, su expresión cambió de preocupación a alivio.

—No puedo creerlo... Esto es... —comenzó a decir, pero Adele lo interrumpió.

—Es exactamente lo que necesitamos para demostrar que no tuviste nada que ver con la muerte de la paciente. Fue una sobredosis, Richard. Esto cambia todo —dijo, su voz llena de emoción.

Richard la miró, una sonrisa apareciendo en su rostro mientras soltaba una risa de alivio.

Richard se quedó en silencio por un momento, procesando la información. La noticia de que la paciente había fallecido por una sobredosis de cocaína era un alivio inmenso. Aunque la tragedia de la muerte de la paciente aún pesaba en su mente, al menos ahora había una explicación clara, algo que ayudaría a disipar las acusaciones de negligencia que se cernían sobre él.

—Gracias todo esto es gracias a ti, —confesó, su voz grave.

Adele sintió un calor reconfortante en su pecho al escuchar esas palabras. Sabía lo mucho que significaba este momento para Richard y para ambos como equipo.

—Ahora lo más importante es presentar estos resultados al comité y a la familia de la paciente. Tenemos que asegurarnos de que se entienda la verdadera causa de su muerte —dijo Adele, volviendo a enfocarse en lo que debía hacerse a continuación.

Richard asintió de nuevo, su determinación clara.

—Tienes razón. Vamos a preparar todo lo necesario. Necesitamos asegurarnos de que el hospital esté protegido y de que mi nombre quede limpio de cualquier sospecha de negligencia —respondió, su mente ya trabajando en los próximos pasos.

Juntos, comenzaron a revisar el informe de la autopsia más detalladamente, buscando cualquier información adicional que pudiera ser relevante. Querían estar completamente preparados para cualquier pregunta o desafío que pudieran enfrentar.

A lo largo del día, Richard y Adele trabajaron incansablemente, revisando cada detalle del expediente y preparando una presentación para el comité del hospital. A pesar de la tensión, ambos se sintieron más unidos que nunca, sabiendo que estaban trabajando juntos para superar esta crisis.

Durante un breve descanso, Adele observó a Richard mientras él estaba absorto en los papeles frente a él.

—Rich —dijo, rompiendo el silencio mientras él levantaba la vista—, estoy orgullosa de ti.

Richard sonrió, una sonrisa que era más una expresión de tranquilidad. Extendió la mano y acarició suavemente la mejilla de Adele para luego poner su cabello detrás de sus orejas.

—También estoy muy orgulloso de ti.
—respondió, sus ojos fijos en ella.

Adele se inclinó hacia él y lo besó suavemente, un beso lleno más que amor incondicional, esperanza de fortaleza y unidad.

Anatomía de un deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora