El viernes llegó, y con él una importante prueba para la relación de Bill y Ford. Esa mañana, mientras desayunaban en silencio, sus manos entrelazadas hablaban más de lo que las palabras podían.
Después del desayuno, Ford acompañó a Bill hasta la puerta de su salón de clases. Antes de irse, se inclinó y le dio un suave beso en la mejilla, justo sobre el pequeño lunar que siempre encontraba encantador. Bill sonrió, un leve rubor subiendo a sus mejillas, pero el gesto lo hizo sentir más tranquilo y cercano a Ford.
Durante el almuerzo, Pyronica y Fiddleford se unieron a ellos, y su presencia alivió un poco la tensión del día. La chica, como siempre, no tardó en romper el hielo con su habitual tono desenfadado.
—Bueno, al menos no parecen estar muertos —bromeó, provocando una risa entre el grupo.
—Sí, con ustedes dos aquí, es imposible no relajarse un poco —comentó Bill, sonriendo mientras le daba un pequeño codazo a Ford, quien respondió con una sonrisa.
Fiddleford, con su habitual tono jovial, añadió—: Lo importante es disfrutar el momento, ¿no creen?—
El almuerzo continuó con risas y bromas compartidas.Más tarde, la pareja decidió dar un paseo por el campus tomados de la mano, simplemente disfrutando de la compañía mutua. El aire fresco y los sonidos tranquilos del lugar los llevaron hasta el gran roble, donde se sentaron abrazados, dejando que el silencio los envolviera.
Después de un rato en calma, Ford suspiró y miró a Bill antes de romper el silencio.
—¿Nervioso? —preguntó, intentando sonar relajado, aunque sus ojos revelaban lo contrario.
Bill levantó la vista, esbozando una ligera sonrisa. —Un poco demasiado diría yo... La opinión de mis padres siempre ha sido muy importante para mí, y no saber cómo van a reaccionar me tiene algo inquieto. Pero... —dijo mirando sus manos entrelazadas— tenerte a mi lado lo hace mucho más fácil.
Ford lo apretó aún más en su abrazo, acercándolo con ternura, intentando transmitirle toda la seguridad que podía ofrecerle. —No tienes nada de qué preocuparte —murmuró con firmeza—. Sea lo que sea que pase hoy, lo enfrentamos juntos.— Con una pequeña sonrisa, Ford cambió abruptamente de tema, intentando aliviar la tensión que sabía que sentía su amado—¿Cómo te fue en las clases?
El cambio fue tan obvio que Bill no pudo evitar sonreír, dándose cuenta de que Ford solo quería distraerlo. —Bueno, si te interesa, hoy la licenciada de teorías psicológicas sacó a alguien de la clase. Fue todo un escándalo.
Ford rió suavemente. —¿Qué ocurrió?
—Alguien decidió que era una buena idea discutir sobre Freud, pero lo hizo con un tono bastante agresivo debo decir, obviamente la licenciada no lo tomó muy bien... La discusión fue realmente incómoda, pero todos estábamos tratando de no reírnos cuando lo sacó.
La charla fluyó de manera natural, y el ambiente se volvió más relajado a medida que intercambiaban anécdotas y sonrisas. Aunque disfrutaban del momento, ambos sabían que lo más difícil estaba por venir, y esa sombra de incertidumbre seguía presente en el aire. Cuando el sol comenzó a ocultarse, cada uno se dirigió a su habitación para ultimar los detalles de su estadía en la mansión.
Durante el tiempo que pasaron separados, Bill se encontró charlando con Pyronica, desahogando sus miedos y ansiedades. La conversación fue sincera y reconfortante. Pyronica, con una sonrisa tranquilizadora, le recordó que la preocupación de sus padres era un reflejo de su amor y su deseo de protegerlo, especialmente después del incidente con Liam. “Ellos solo quieren asegurarse de que todo esté bien contigo, Bill. Su preocupación es porque realmente se preocupan por ti. Créeme, solo quieren lo mejor para ti.”
![](https://img.wattpad.com/cover/375420974-288-k530177.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Omega de oro
FanfictionEn su primer día en la universidad, Ford accidentalmente derramó café sobre un desconocido. El extraño, con una sonrisa amable, aceptó el pañuelo ofrecido y se fue. Al ver su rostro hermoso, Ford quedó profundamente impresionado. En ese instante, n...