Omega de oro

C7

Con el fin del semestre y el comienzo de las vacaciones, Ford y Bill se encontraron en una situación nueva. Cada uno tenía que regresar a su hogar, lo que significaba que no podrían verse en persona durante un tiempo. Sin embargo, esa distancia no era algo que les preocupara demasiado, porque sabían que su relación había crecido lo suficiente como para sobrevivir a algunas semanas separados.

Antes de despedirse, se encontraron en el campus por última vez, bajo el mismo roble. Bill estaba apoyado contra el árbol, su sonrisa habitual en el rostro, mientras Ford se acercaba.

“Así que, Sixer, ¿listo para sobrevivir unas semanas sin mí?” bromeó Bill, aunque había un toque de tristeza en su voz.

Ford sonrió ante el apodo, que Bill había adoptado después de que su relación se volviera más cercana. “Musa, no sé si podré sobrevivir tanto tiempo sin verte,” respondió, su tono igualmente ligero, pero con un sentimiento genuino detrás.

Bill rió, el sonido cálido llenando el espacio entre ellos. “Supongo que tendremos que mantenernos en contacto para asegurarnos de que ambos sigamos cuerdos.”

Ford sacó su teléfono y se lo tendió a Bill. “Entonces, intercambiemos números. No quiero perder la oportunidad de hablar contigo, aunque sea a través de una pantalla.”

Bill tomó el teléfono con una sonrisa, y ambos intercambiaron sus números rápidamente. Cuando Bill le devolvió el teléfono, sus dedos rozaron los de Ford, un contacto que, aunque breve, hizo que el corazón de Ford latiera un poco más rápido. "No entiendo porque no habíamos intercambiado números" dijo el Omega con escepticismo.

“Ahora, no quiero que te olvides de mí, Fordsy,” dijo Bill, usando uno de sus apodos preferidos para Ford, con una sonrisa juguetona.

“Imposible,” respondió Ford, sin vacilar. “Estaré esperando cada mensaje tuyo, Musa.”

Ambos se quedaron en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la compañía del otro antes de que tuvieran que despedirse. Aunque sabían que la separación era temporal, había un toque de melancolía en el aire, como si no quisieran dejar de estar juntos.

“Nos veremos pronto, Sixer,” dijo Bill finalmente, dándole a Ford un abrazo cálido y apretado, un gesto que era más reconfortante de lo que Ford había anticipado.

“Sí, pronto,” respondió Ford, devolviéndole el abrazo con la misma intensidad, extasiadose al sentir su aroma natural desde tan cerca.

Cuando finalmente se separaron, se quedaron allí un momento más, sonriendo el uno al otro antes de tomar caminos separados. Pero Ford sabía que, aunque estarían físicamente separados durante las vacaciones, nada podría romper el vínculo que habían creado.

Y así, mientras caminaban en direcciones opuestas, ambos sacaron sus teléfonos, ya anticipando el primer mensaje que enviarían. Porque, aunque las vacaciones los llevaran a sus respectivos hogares, estarían siempre en contacto, manteniendo viva la chispa de lo que habían comenzado a construir juntos.

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Holaaa cómo están?
Espero que bien
Cómo veo que les gusta, hoy va a ver actualización doble, gracias por sus votos y comentarios.
En otro rato les subo el otro.