Omega de oro

C26

Los días pasaron y, sorprendentemente, todo se sentía tranquilo.
Pero para Bill, que está acostumbrado al caos, esa calma era inquietante. No habían tenido noticias de Liam. Éste no había intentado molestarlos, lo que también le parecía demasiado raro. Pero, poco a poco, Bill empezó a convencerse de que tal vez Liam había decidido rendirse y que, por fin, podría disfrutar de un respiro.

No debió haberse relajado tan pronto.
Ya que apenas dos semanas después de la visita a su familia, llegó una sorpresa que no era nada bienvenida.

Era una tarde tranquila cuando el teléfono de Bill sonó. Eran sus padres, de nuevo, y su estómago se contrajo ligeramente. Sabía que esa llamada no sería para preguntar cómo iban sus estudios o cómo estaba su relación con Ford. Con un suspiro contestó.

-Bill, cariño, ¿cómo estás?-la voz de Eucly aunque tranquila como siempre, sonaba más seria, casi solemne- llamamos para decirte que hay un problema que tu padre y yo hemos estado revisando con cuidado. Sabes que nuestra familia siempre ha estado bajo el ojo público, y cada cosa que hacemos o dejamos de hacer tiene consecuencias. Intentamos manejar la situación por nuestra cuenta para no preocuparte, pero... -hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas- las cosas se han complicado, y creemos que ya es momento de que estés al tanto.

Asintió, aunque sabía que no podía verlo. El tono de su madre y el silencio en el fondo le hicieron darse cuenta de que la llamada estaba en altavoz. Sus padres estaban juntos en la llamada, eso solo significaba que era algo realmente serio, lo que hacía que aumentara su ansiedad.

-Hemos recibido información de que la familia Miller ha estado esparciendo rumores a la prensa -

—¿Rumores?— Preguntó con un suspiro, lo que le faltaba a ese bastardo, ya no le bastaba en acosarlo, si no que ahora había llevado sus mentiras a tal extremo, que había arrastrado a su familia, poniéndolos a mentir por él a nivel nacional.

—Sí, están diciendo que la ruptura entre tú y Liam fue culpa tuya, que fuiste tú quien lo provocó por ser inestable y caprichoso.— continuó Eucly, en su voz se escuchaba la indignación— Además, afirman que tu relación con Ford es solo una distracción pasajera. Están dando a entender que eres tú quien no ha podido superar a Liam, y que estás usando a Ford como una acción desesperada para hacerlo sentir celoso. Eso, no solo es una mentira, sino un ataque directo a tu honor, y por extensión, al de nuestra familia.

La voz de su padre se unió a la conversación. -Así que hemos decidido que es necesario que hagamos una declaración pública, o mejor dicho, que ustedes lo hagan. No podemos permitir que se ponga en duda la estabilidad de tu relación con Ford, ni que estos rumores dañen el buen nombre de los Cipher. Así que organizamos una pequeña rueda de prensa para que tú y Ford aclaren todo.

-¿Una rueda de prensa? ¿Qué?-preguntó Bill, su ansiedad disparándose. No había esperado algo tan drástico-. Pero...

-No hay peros, Bill -dijo Oliver, firme-El chófer los estará esperando el día de mañana temprano, tenemos estipulado que la charla con la prensa a más tardar sea a las dos de la tarde, así que tienen que estar aquí temprano para tener todo listo. La reputación de nuestra familia está en juego. No podemos permitir que estos rumores persistan y dañen lo que hemos construido. Sabemos que esto puede ser difícil para Ford, pero es necesario. El honor de los Cipher depende de ello.

Bill intentó protestar, pero la línea ya estaba cortada. Se quedó un momento en silencio, procesando lo que acababa de suceder. ¿Una rueda de prensa? ¿Mañana?. Él y Ford, juntos, hablando frente a todo el mundo. Un momento... Ford. ¿Cómo iba a explicárselo?

Ford no era alguien que disfrutara estar en el centro de atención, y sabía que la idea de tener que enfrentar a la prensa lo pondría en una situación incómoda. Pero Bill también sabía que en su familia, la imagen lo era todo, y no había forma de evitarlo. Respiró hondo, se levantó y salió de su habitación para dirigirse a la de su pareja, sabiendo que esto iba a ser complicado para él. Pero tendrían que hacerlo, aunque fuera difícil.