C13

193 26 24
                                    

Un día, mientras Bill caminaba por el campus, se encontró inesperadamente con Liam, su ex. No habían hablado mucho desde que rompieron, solo hablaban cuando esté llegaba a molestar, y Bill no esperaba que esté encuentro fuera diferente a los anteriores, donde siempre había algo de tensión. Sin embargo, esta vez Liam parecía especialmente empeñado en arruinar su día.

“¿Bill? ¡Cuánto tiempo sin verte!” Liam sonrió, pero había algo en su tono que puso a Bill en guardia.

“Liam,” respondió Bill con una leve inclinación de cabeza, intentando ser cortés sin invitar a una conversación más larga.

Liam no se detuvo. “He estado viendo cómo tu nuevo amigo el fenómeno ese pasa mucho tiempo con Pyronica últimamente. Me pregunto si ya se han dado cuenta de que son una pareja perfecta. Ese nerd es un alfa tan encantador, y Pyronica... bueno, siempre ha sido la más atrevida de todos nosotros.”

Bill sintió una punzada en el estómago, pero trató de no mostrarlo. “su nombre es Stanford, agradecería que le tengas respeto a él y a Pyronica, además ellos son amigos, eso es todo,” respondió con calma, sin querer darle a Liam la satisfacción de saber que sus palabras le afectaban.

Liam se encogió de hombros con una sonrisa. “Puede ser. Pero ya sabes cómo son las cosas... los alfas y omegas tienden a gravitar unos hacia otros, especialmente cuando son tan cercanos como ellos.”

Bill decidió cortar la conversación antes de que pudiera causar más daño. “No es asunto tuyo, Liam. No voy a dejar que me manipules. Ya he dejado todo eso atrás.” Con esas palabras, giró sobre sus talones y se alejó, sintiendo la mirada de Liam en su espalda mientras se iba.

A pesar de su seguridad al hablar con Liam, las palabras del alfa se quedaron con él. Por más que confiara en Ford y Pyronica, su mente le jugaba malas pasadas. ¿Y si Liam tenía razón? Ford y Pyronica parecían pasar más tiempo juntos últimamente, teniendo secretos y siendo confidentes de algo en lo que él no estaba invitado, Bill no podía evitar preguntarse si había algo más que simple amistad entre ellos.

Durante el resto del día, la tristeza se aferró a él como una sombra persistente. Pero, a pesar de ese dolor que empezaba a formarse en su pecho, había una certeza que lo mantenía en pie: amaba a Ford y a Pyronica con todo su ser. Si, por alguna hipotética razón, ellos dos se enamoraran y comenzaran a salir, él, se sentiría feliz por ellos. O al menos eso intentaba convencerse. Sabía que el dolor sería inmenso, pero el amor que sentía por ambos era tan grande que, si su felicidad estaba en estar juntos, Bill encontraría la manera de sonreír a través de su propia tristeza.

No obstante, en el fondo, una pequeña voz seguía susurrando que tal vez, solo tal vez, las palabras de Liam eran solo eso, palabras vacías destinadas a causar dolor. Bill quería creer que lo que compartía con Ford era real y que, al final del día, su amistad por Pyronica y amor por el alfa de lentes rotos prevalecerían sobre cualquier duda.

----
3/?

Omega de oro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora