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Las vacaciones llegaron, y Ford se encontró de regreso en la comodidad de su hogar. Su familia lo recibió con los brazos abiertos, y la casa se llenó de risas y alegría en cuanto cruzó la puerta. A pesar de que no tenían mucho dinero, el calor humano que irradiaba su hogar hacía que todo lo demás pareciera irrelevante.

Stanley, su hermano, estaba particularmente emocionado. “¡Stanford, ya era hora de que volvieras! ¿Adivina qué? ¡Encontré trabajo en una tienda de un parque de atracciones! ¡Y me va de maravilla!” dijo con su característica sonrisa ancha.

Ford se sintió aliviado de escuchar esas noticias. Sabía lo importante que era para su hermano encontrar algo que lo hiciera feliz, y el entusiasmo de Stan era contagioso.

Esa noche, la familia Pines organizó una cena de bienvenida para Ford. Incluso había llegado su hermano mayor Shermie Pines, con su esposa y sus hijos, Dipper y Mabel, los gemelos de la tierna edad de 5 años.

No había lujos en la mesa, pero la comida estaba llena de sabor, preparada con cariño por su madre, y la conversación fluía libremente. Hablaban de todo: anécdotas del semestre, historias de Stanley en el parque de atracciones, los gemelos contaban que ya habían entrado a preparatoria, y Mabel contaba con mucho entusiasmo que habia mordido a un niño porque se burlo de la marca de nacimiento de Dipper, Stanley, como era de esperarse la felicito y le dijo que después le enseñaría algunos trucos para defender hermanos, recibiendo un golpe en la cabeza con una cuchara de madera y un regaño de su madre, por incitar a la violencia. El ambiente era acogedor y relajado, y Ford no pudo evitar sentirse agradecido por tener una familia tan cálida y amorosa.

Por otro lado, Bill experimentó un regreso a casa muy diferente. Al llegar a la mansión de los Cipher, no fue recibido por nadie, excepto por el mayordomo y las damas del aseo que hacían su trabajo en silencio. Sus padres seguro estaban en una de esas fiestas exclusivas que solían frecuentar.

La casa, aunque imponente y llena de lujos, desde hace tiempo que estaba vacía de cualquier tipo de calidez. Bill se dirigió directamente a su habitación para desempacar, acostumbrado a la frialdad de su entorno.

La cena en la mansión fue un contraste abismal con la que Ford disfrutó. La mesa estaba impecablemente servida, con platos finos y cubiertos de plata, pero el silencio en el comedor era pesado, solo interrumpido por el sonido de los cubiertos chocando contra los platos. Bill se sentó junto a su padre, quien no levantó la vista de su plato durante toda la comida.

Cuando la cena terminó, su padre finalmente le dirigió la palabra. “Bill, ¿En qué puesto quedaste en tu clase?” preguntó sin emoción, como si solo fuera una formalidad.

“Primero,” respondió Bill con voz neutra.

Su padre asintió, sin mostrar ningún signo de orgullo o alegría. “Bien. Aunque hayas escogido una carrera mediocre, espero que tus calificaciones sigan siendo dignas de la familia Cipher.”

Bill no respondió, solo asintió, acostumbrado a la indiferencia que su padre había adoptado desde que entro a la universidad. "Porque no vas a descansar Billy, debes estar exhausto por el viaje" su madre como siempre tan atenta, beso la frente de su pequeño. "Buenas noches cariño, descansa."

Sabía que, aunque sus padres lo amaran y harían cualquier cosa por el, los logros académicos junto con el honor de la familia eran lo que más importaba, y aunque su elección de carrera no era algo que ellos valoraran, lo apoyaban a su manera. Con un nudo en el estómago, se retiró a su habitación, sintiéndose más solo que nunca en aquella enorme casa. Extraña mucho a Ford.

Mientras Bill miraba su teléfono, consideró enviarle un mensaje a Ford, pero decidió esperar hasta la mañana siguiente. Sabía que Ford estaría rodeado de su familia, disfrutando de su compañía, y no quería interrumpir esa felicidad. Se permitió, solo por un momento, imaginar cómo sería estar en un hogar como el de Ford, donde el amor y la calidez no faltaban y que todas esas tonterías del honor no importaban. Pero luego apartó esos pensamientos y se centró en lo que mejor sabía hacer: cumplir con las expectativas de su familia.

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Aquí está el otro cap.
Espero que les haya gustado.
Nos vemos en el otro cap. ✨💚

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