Prologo

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Peeta Mellark ha dedicado gran parte de su vida a ingerir sustancias toxicas a su cuerpo, viviendo bajo las sombras de sus recuerdos obligándose a desvanecer cada aliento de certidumbre. Cuando él cree estar en el borde de su vida con sus sueños rotos, Katniss Everdeen aparece en ella para ser aquel cajón de esperanzas que él tanto necesitaba.

Y cuando sus almas se unieron, el Boulevard se tiñó de colores grisáceos preparándose para la tormenta, pero al finalizar; el destino decidió un camino diferente para cada uno de ellos.

¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo?

—Eso te matará — indicó en un severo susurro la chica dejándole en claro que no le agradaba la idea. Lo miró con nostalgia sincera en sus ojos al ver su acción antes hecha.

— ¿Por qué crees que lo hago? — Peeta contestó burlón mientras destapaba la bolsita, de la cual ella ya se estaba acostumbrando a ver. Era una grata compañera amigable para él, pero una mala destrucción a la vez. De eso estaba consciente, aunque realmente le importaba una mierda. Katniss bufó rendida ante lo susodicho por el rubio, no entendía por qué Peeta quería eso, aunque pensándolo bien, no entendía nada de lo que viniese de él. La palabra incógnito lo definía demasiado bien para su comportamiento. La mente de los hombres, o quizá sólo la de él, era demasiado complicada de entender. De eso no había duda alguna.

—Al menos no lo hagas en frente de mí — irritada, ella soltó abrumada por todo. Y al decir por todo, no solamente era por la gran escena que el chico le estaba proporcionando al frente. Sino, por aquello que estaba ocurriendo a su alrededor.

—Yo no te estoy reteniendo, te puedes marchar — masculló jocoso. Alejándose de ella, se sentó sobre la acera de aquella calle vacía donde se podía oír el ligero viento, era uno frío y agradable. Perfecto para ambos en estos momentos. Peeta abrió la pequeña bolsita y sin rechistar o si quiera disimular, inhaló el polvo. Katniss lo miró con un poco de duda y melancolía. ¿Lo debía de dejar aquí solo? En realidad, no quería irse. Quería quedarse con él, como hace unos minutos atrás bromeaban sobre aquel apodo que a él le parecía tan ridículo. Ella, tragando su dignidad y orgullo, dio una gran bocana de aire y se sentó a su lado.

—He oído de ti últimamente por los pasillos del instituto — fue él quien rompió el silencio mencionando aquello.

— Eso es nuevo.— ¿A mí? — cuestionó la pelinegra con una mirada inquietante y su ceño fruncido notoriamente dándole de referencia que no entendía su confesión.

—Seh — chasqueó sacando de su pantalón una cajetilla y, así, coger un cigarro de entre ella.Y aquí venía otra de sus tristes adiciones. Después de todo, Peeta consumía de todo, no le sorprendería que al día siguiente estuviera en la esquina de una calle inhalando thinner.

—Así que le has dado un buen golpe en la cara a Michael — Peeta soltó mirándole con diversión, esbozó una sonrisa haciendo que su hoyuelo se remarcara y chocó su rodilla contra la de ella.

—Algo así — Katniss musitó un poco apenada por el tema de conversación.

— Dicen que se ve más atractivo con él.
—Quizá — confesó, pero a la vez, encogiéndose de hombros. La menor frunció la cara por ello, a lo que él prosiguió con su habla.
—, pero qué vergüenza cuando es hecho por una chica.— ¿Debería sentirme mal? — cuestionó, sin saber si lo que había hecho era correcto o no.

—No — el rubio le sonrió de lado con una pizca de diversión, relamió sus labios y dejó salir un poco de aliento entre ellos.

— Pero al menos ya entiendo porque tu nombre resonaba en los pasillos cada qué pasaba.

—Creen que soy patética — Katniss rió sin ganas, porque estaba segura que así pensaban todos. Quizá nunca debió de hacer eso, pero Michael le había retado y en un momento a otro, el chico resultaba un completo cretino.

— ¿Sabes? — La miró — Deja que se reían de lo patética que creen que eres, al final de cuentas todos terminamos igual — dio una calada a su cigarro y dejo escapar el humo.

— En un boulevard de los sueños rotos. 

Promesas RotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora