Mis ex están en todas partes. Jimo Yao.

Capítulo 60. Regreso al Reino Celestial.

Capítulo 60. Regreso al Reino Celestial.

Qiao Xuan se quedó atónito por un momento. Por alguna razón, no le sorprendió en absoluto ver que Bai Cang estaba detrás de todo esto...

Sin embargo, al recordar la brutalidad de aquel día, frunció el ceño.

Bai Cang miró a Yun Tingshu con ojos fríos y afilados. En ese momento realmente había creído que Qiao Xuan era su mascota espiritual, y lo había tolerado de todas las formas posibles, incluso ofreciendo tesoros a cambio. Pero resultó que todo había sido un engaño...

Dado que Qiao Xuan no era la mascota espiritual de Yun Tingshu, ya no necesitaba tener tantos escrúpulos. Pero el cultivo de Yun Tingshu era extraordinario, por lo que no sería fácil arrebatarle a la persona directamente.

Bai Cang entrecerró los ojos y dijo con voz ronca: "No esperaba volver a verlo, señor."

Yun Tingshu miró a Bai Cang y soltó: "Tú liberaste al Taotie."

Bai Cang no lo negó y admitió directamente, arqueando una ceja: "Así es."

Cuando terminó de hablar, la enorme figura de la bestia feroz Taotie emergió lentamente de la oscuridad, parándose detrás de Bai Cang y mirando a Yun Tingshu con cautela.

Bai Cang ordenó: "Mátalo."

El Taotie vaciló por un momento, pareciendo algo temeroso de Yun Tingshu. Pero parecía estar bajo control y se vio obligado a obedecer la orden. Finalmente, mostró una expresión feroz y cruel, rugió y se lanzó hacia Yun Tingshu. ¡La onda de choque volteó todo a su alrededor!

Qiao Xuan se concentró para esquivar.

Al otro lado, Yun Tingshu y el Taotie ya habían comenzado a pelear.

Bai Cang desvió la mirada, ignorando por completo a Yun Tingshu, ¡y se dirigió directamente hacia Qiao Xuan!

Qiao Xuan ya estaba en guardia contra este astuto cultivador demoníaco. Se rió fríamente mientras sus plumas doradas se transformaban en rayos de luz dorada como cuchillas afiladas. Esa luz dorada tenía el poder de cortar el oro y partir las piedras. El qi demoníaco en el aire parecía ser suprimido, emitiendo un sonido crepitante. Bai Cang mostró una expresión de asombro y rápidamente se hizo a un lado para evitarlo. La luz dorada dejó profundos surcos en el suelo. Miró con sorpresa al joven frente a él.

Habían pasado solo unos meses desde la última vez que se vieron.

El cultivo del joven había mejorado considerablemente.

Sin embargo, parecía que aún no estaba lo suficientemente familiarizado con su propio poder y todavía no era rival para él. Un destello de frialdad brilló en los ojos de Bai Cang antes de desaparecer. Ya no se contuvo y se lanzó de nuevo hacia Qiao Xuan.

Ni siquiera había planeado enfrentarse a Yun Tingshu, solo quería usar al Taotie para detenerlo mientras aprovechaba la oportunidad para llevarse a Qiao Xuan.

Qiao Xuan también conocía las intenciones de Bai Cang. Sabía que no era rival para él, pero no sería un problema resistir por un tiempo. De repente, volvió a su forma original y emitió un claro grito de fénix. Sus enormes alas se agitaron, levantando ráfagas de viento. ¿Cómo podría Bai Cang haber imaginado que la forma original de Qiao Xuan era un fénix? La última vez que lo vio, era solo un pequeño pájaro blanco.