Mis ex están en todas partes. Jimo Yao.

Capítulo 67. Obsesión.

Capítulo 67. Obsesión.

Los inmortales alrededor miraban esta escena con incredulidad.

En el cielo, un fénix dorado extendía sus alas, deslumbrante y llamativo. Su canto parecía atravesar el alma, y la presión que emanaba llenaba de temor los corazones de todos los inmortales.

¿No se había extinguido la raza de los fénix hace más de cien mil años? Ahora ya no había fénix en los tres reinos, por eso Miyun había podido proclamarse rey de las aves. Pero el fénix era el verdadero ave divina, el rey de todas las aves. Si hubiera un fénix vivo, ¿qué lugar tendría Miyun? Por muy poderosa que fuera, tendría que inclinarse ante un fénix.

Miraron a Miyun con cierta alegría maliciosa. Aunque este fénix era ciertamente poderoso, parecía que su verdadera fuerza aún estaba un poco por debajo de la de un dios superior. El hecho de que pudiera someter a Miyun con tal poder absoluto probablemente se debía más a una superioridad natural que a su propia fuerza...

La Maestra del Palacio Miyun se había topado con la horma de su zapato esta vez.

Por muy arrogante y altanera que fuera normalmente, ante un fénix no era más que un don nadie...

No era de extrañar que Hualan y Jiang Weiqing apreciaran tanto a este joven. Si era porque era un fénix, era comprensible. El joven no solo no era indigno de ellos, sino que de hecho hacía buena pareja con Hualan, el Dios Dragón...

¿No era un verdadero fénix mucho mejor que una falsa ave divina?

Los pensamientos de los inmortales cambiaban rápidamente. Dejando de lado los asuntos de Hualan y Jiang Weiqing, solo con su propio poder, el joven seguramente se convertiría en un verdadero dios superior tarde o temprano, uniéndose a las filas de los más poderosos del reino celestial. Sin duda tendría su lugar en el cielo en el futuro, así que sería mejor hacerse amigo de él ahora...

Miyun se mordió el labio hasta casi hacerlo sangrar para no arrodillarse en público...

Pero incluso así, había perdido toda dignidad.

Las miradas de los inmortales a su alrededor eran como latigazos sobre ella, haciéndola sentir una vergüenza mortal.

El alboroto aquí atrajo la atención de otros.

Pronto llegaron Hualan y Jiang Weiqing.

Hualan había venido porque oyó que Miyun estaba causando problemas a Qiao Xuan, pero no esperaba ver a Qiao Xuan revelar su verdadera forma de fénix. Lo miró con asombro, quedándose sin palabras por un momento.

Jiang Weiqing también mostró sorpresa, pero rápidamente la ocultó, volviendo a su habitual calma. Solo miró a Qiao Xuan unas cuantas veces más, pensativo.

Tan pronto como Qiao Xuan vio que el asunto había terminado, volvió instantáneamente a su forma humana, se inclinó y recogió al perrito a sus pies.

Sin mirar a nadie, se dio la vuelta y se fue.

Ahora nadie se atrevía a detenerlo, solo miraban su figura que se alejaba con expresiones complejas.

Los labios de Hualan se movieron ligeramente, como si quisiera decir algo, pero al final no dijo nada. Caminó paso a paso hacia Miyun y dijo fríamente: "Cuídate."

Miyun ya estaba muerta de vergüenza, y ahora, viendo la frialdad de Hualan, su corazón se volvió frío como el hielo, aunque su cara ardía. Así que proteges a ese pequeño bastardo, sin considerar en absoluto nuestra amistad.