Mis ex están en todas partes[Jimo Yao].

Capítulo 18. Anillo dorado.

Capítulo 18. Anillo dorado.

Qiao Xuan terminó de recordar y soltó un largo suspiro.

El Reino Demoníaco era realmente un lugar cruel. Si tuviera que clasificar las siete vidas de pruebas amorosas por su nivel de tragedia, Qing Xun probablemente compartiría el primer lugar.

Aunque Jiang Weiqing mató a su esposa para alcanzar la ascensión, y Hualan se dedicó por completo a su carrera, al menos en esas dos vidas, él y el objetivo de sus tribulaciones se amaron mutuamente. Ambos lo trataron bien y no tuvo que preocuparse por el hambre o el frío mientras vivía.

Pero Bai Cang, él nunca amó a Qing Xun.

A los ojos de Bai Cang, Qing Xun no era más que un tonto inútil. Si no fuera por su constitución de horno yin puro, que tenía alguna utilidad, probablemente ya habría muerto hace mucho tiempo.

Qing Xun no entendía lo que significaba ser humano, que uno podía tener aspiraciones, ideales y ambiciones. En su vida, solo existía el acto de vivir.

En cuanto a cómo vivir, eso nunca estuvo dentro de sus consideraciones.

Se dejaba llevar por la corriente sin opinión propia, su vida era como una hoja flotante.

En toda su vida, solo tomó una decisión por sí mismo, y esa fue cómo morir.

Volviendo al tema, aunque la vida de Qing Xun fue trágica y Bai Cang fue realmente despiadado, objetivamente hablando, Qiao Xuan no tenía muchas quejas contra Bai Cang. Porque así eran los cultivadores demoníacos del Yermo Occidental. Tratar de encontrar un amante fiel entre ellos sería tan difícil como encontrar un hueso en un huevo...

Además, Bai Cang nunca le hizo ninguna promesa, desde el principio hasta el final mantuvo su imagen de señor demoníaco frío... Aunque también mimó a Qing Xun por un tiempo, eso no fue más que un intercambio equitativo. Que Qing Xun desarrollara sentimientos por Bai Cang, Qiao Xuan pensó que se debía principalmente a su estupidez.

O tal vez, porque su vida era tan dura y desesperada, que anhelaba tener a alguien en quien depositar sus esperanzas, y eligió a Bai Cang por desesperación.

Aunque Qiao Xuan se sentía un poco melancólico, también podía entenderlo...

Qing Xun nunca había ido a la escuela ni aprendido a leer, nadie le había enseñado los principios de la vida, nadie le había dado el cuidado que merecía. Incluso su madre, que al final eligió sacrificar su vida por él, en realidad no podía considerarse una madre ejemplar.

Este mundo estaba lleno de crueldad, supervivencia del más fuerte y engaños. Qing Xun, viviendo en un lugar así, simplemente no tenía los valores morales de una persona normal.

Era muy débil y no muy inteligente.

Lo peor era que ni siquiera era consciente de ello.

El hecho de que hubiera vivido tanto tiempo ya era un milagro.

Qiao Xuan también tuvo sus momentos de galantería en el pasado. Entre las personas dispuestas a ser sus amigos, no faltaban pequeñas estrellas del mundo del entretenimiento. Con solo dar un poco de dinero y recursos, era fácil conseguir a alguien con buena apariencia... Pero estas personas tenían mucha conciencia de sí mismas, iban al grano sin involucrarse emocionalmente, por lo que naturalmente se llevaban bien.

Bai Cang era como el patrocinador de Qing Xun, le proporcionaba una vida cómoda, evitando que pasara hambre o frío, pero el precio era ser un juguete adecuado, disponible para que el otro lo usara en su cultivo. Sin embargo, él confundió esta bondad como sentimientos de Bai Cang hacia él.