Mis ex están en todas partes. Jimo Yao.

Capítulo 68. Corazón.

Capítulo 68. Corazón.

Qiao Xuan siguió a Jiang Weiqing paso a paso, regresando a la habitación de Jiang Weiqing, y se sentó obedientemente como un muñeco de madera.

Mirando la expresión gentil de Jiang Weiqing, solo sintió escalofríos. Ya era bastante desafortunado ser asesinado por su esposo para ascender, ¿quién hubiera pensado que después de su muerte, Jiang Weiqing excavaría sus ojos y extraería su alma para fusionarla con su espada espiritual, queriendo unirlos en uno solo...?

Esto ya no podía describirse como una simple locura, ¡esto era una locura perversa al máximo!

¿Realmente crees que los locos pueden matar sin consecuencias?

Qiao Xuan estaba enojado, furioso y asustado, rechinando los dientes, pero sin poder decir una palabra.

¡Qué despreciable y vil persona!

¿Quién podría haber imaginado un truco así en sus sueños? Era imposible defenderse contra algo así.

Qiao Xuan miró fríamente a Jiang Weiqing, fingiendo no tener miedo. ¡No podía perder en determinación!

Jiang Weiqing miró la mirada fría y resentida del joven, sonrió levemente y negó con la cabeza, diciendo con tono indulgente: "¿No estás contento?"

¡Por supuesto que no estoy contento!

Jiang Weiqing levantó la mano, acariciando suavemente el cabello del joven, y negó con la cabeza diciendo: "Antes, cuando te enojabas, siempre te consentía y te mimaba, cediendo a todos tus caprichos... pero esta vez no puedo, esta vez tienes que ser un poco más obediente, ¿de acuerdo?"

¡Obediente tu abuela!

Qiao Xuan casi se ahoga de rabia.

Jiang Weiqing se sentó frente a Qiao Xuan, y entonces Qiao Xuan se dio cuenta de que de repente se había puesto de pie, tomando el peine a su lado y peinando suavemente el cabello de Jiang Weiqing con movimientos gentiles.

Mientras peinaba...

Jiang Weiqing tomó la mano de Qiao Xuan, depositando un suave beso en el dorso, con una mirada nostálgica y voz ronca: "Antes te encantaba peinarme el cabello. Yo decía que no era necesario, pero tú sonreías diciendo que te gustaba, así que te dejaba hacerlo. En realidad, me alegraba mucho que quisieras estar cerca de mí..."

Hizo una pausa y luego su voz se suavizó, "A-Xuan, ¿alguna vez me amaste realmente?"

La mano de Qiao Xuan estaba sostenida por Jiang Weiqing, sintiendo el calor de su palma, pero solo sentía frío en todo el cuerpo.

Jiang Weiqing dijo suavemente: "Hualan, el perro demoníaco, Shuchen... Además de ellos tres, ¿quién más?"

Qiao Xuan se sorprendió enormemente. ¿Incluso adivinaste a Shuchen? Ni siquiera Shuchen lo sabía...

¿Qué clase de intuición es esta...?

De repente, Qiao Xuan sintió una sensación extraña. Abrió la boca para probar y descubrió que podía hablar nuevamente.

Conociendo la mente meticulosa de Jiang Weiqing, ya que le permitía hablar, gritar por ayuda sería inútil. Qiao Xuan abandonó esa idea y simplemente respondió fríamente: "¿Por qué debería decírtelo?"

Jiang Weiqing lo jaló suavemente, atrayéndolo a sus brazos, mirándolo profundamente a los ojos... Después de un largo momento, sonrió con alivio y dijo con gentileza: "Tienes razón, tres, cuatro o cinco... ¿qué diferencia hay? Al menos ahora estás a mi lado."