Mis ex están en todas partes. Jimo Yao.

Capítulo 70. Monje.

Capítulo 70. Monje.

Qiao Xuan se despertó tarde al día siguiente, sintiéndose refrescado y lleno de energía.

Fue a la puerta de su maestro y llamó, con la intención de invitarlo a comer. Sin embargo, después de un rato sin respuesta, cuando estaba a punto de abrir la puerta, Shuchen apareció apoyado contra un árbol cercano con los brazos cruzados y dijo con pereza: "Tuvo que regresar al Reino Celestial por un asunto urgente. Me pidió que te dijera que volvieras cuando terminaras de divertirte."

Qiao Xuan se sorprendió y miró a Shuchen con asombro. ¿Su maestro se había ido así sin más? ¿Sin siquiera decirle nada?

"¿Era algo muy importante?" preguntó Qiao Xuan con curiosidad. Había estado con su maestro durante tantos años y sentía que, aparte de meditar, su maestro no parecía tener mucho más que hacer.

Shuchen respondió con indiferencia: "¿Cómo voy a saberlo? Si tienes tanta curiosidad, pregúntale tú mismo cuando regreses."

Qiao Xuan lo pensó por un momento y decidió dejarlo pasar.

Probablemente su maestro simplemente no quería seguir jugando en el mundo mortal y había encontrado una excusa para irse primero. Después de todo, era un dios supremo que había vivido quién sabe cuántos millones de años, no era tan juguetón como Qiao Xuan. No estaba bien que Qiao Xuan insistiera en que su maestro se quedara solo para divertirse. Ya era bastante que su maestro hubiera accedido a acompañarlo hasta aquí...

Ya que su maestro había dado la orden, Qiao Xuan decidió jugar un poco más antes de regresar.

Qiao Xuan rápidamente dejó de pensar en ello y puso su mano sobre el hombro de Shuchen, sonriendo: "Pedí que preparen buena comida en la isla. ¡Hoy beberemos hasta emborracharnos!"

Estaba a punto de irse riendo, cuando de repente recordó que a Shuchen podría gustarle él. Rápidamente retiró su mano como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Ah, era culpa suya por haberse acostumbrado a ser tan informal con él. En el futuro tendría que tener más cuidado...

La mirada de Shuchen se posó en la mano de Qiao Xuan, sin decir nada, con un destello de tristeza en sus ojos que desapareció rápidamente.

Desde que supo que Qiao Xuan había sido Qin Mu en su vida pasada, al ver ahora los sutiles gestos de Qiao Xuan, podía entender su psicología de evitación deliberada. Probablemente sus sentimientos por él eran realmente una molestia para Qiao Xuan...

Shuchen esbozó una sonrisa de auto-desprecio.

Se dispusieron buenos vinos y platos en el patio. Qiao Xuan sacó su calabaza de vino y sirvió para él y Shuchen.

El perro también se había despertado y se tumbó a los pies de Qiao Xuan, tomando el sol con un aspecto lánguido.

"¡Bebamos, comamos!" exclamó Qiao Xuan, vaciando su copa de un trago.

Qiao Xuan entrecerró los ojos, contemplando el paisaje frente a él. La brisa fresca acariciaba su rostro, se sentía libre y relajado. Qué buena era esta vida... Luego giró la cabeza para mirar a Shuchen a su lado, recordando su séptima vida. En aquella vida no lo había tenido fácil, pero al menos había tenido a Shuchen a su lado, bebiendo y cantando juntos. Era realmente bueno tener un amigo así. Sin embargo, Shuchen era más despreocupado, mientras que él mismo no podía dejar ir muchas cosas.