Mis ex están en todas partes. Jimo Yao.

Capítulo 51. Bañarse en fuego.

Capítulo 51. Bañarse en fuego.

Qiao Xuan miró la expresión de su maestro y sintió un escalofrío, pensando que algo no iba bien. ¿Sería el problema muy complicado?

Preguntó rápidamente: "¿Qué pasa?"

Taichu guardó silencio por un momento, su expresión volvió a la calma y dijo con indiferencia: "Nada, no necesitan preocuparse más por esto, tengo otros planes."

¿Era solo eso?

Aunque la actitud del maestro era despreocupada, Qiao Xuan sentía que no era tan simple. Quería preguntar más, pero de repente una hermosa inmortal voló hacia ellos. Ella hizo una reverencia a Taichu con una sonrisa: "El Sabio Donggan se enteró de que usted, venerable deidad, ha venido al mundo mortal y le invita a su palacio para una reunión."

Taichu asintió: "Bien."

Con un movimiento de su mano, llevó a Qiao Xuan y Shuchen volando en una nube.

Durante todo el camino, Qiao Xuan no encontró otra oportunidad para preguntar. Distraído, no pudo evitar pensar en muchas cosas, recordando las ruinas y reliquias que había visto. Seguramente algo había sucedido, ¿estaría relacionado con esto...?

Pronto llegaron al palacio del Sabio Donggan.

Qiao Xuan se paró bajo el majestuoso palacio, recordando las ruinas que había visto en el reino de Nanyue, ese lugar oscuro bajo tierra que escondía secretos desconocidos.

Mientras que ahora, el palacio del Sabio Donggan estaba bajo el sol, rodeado de innumerables inmortales y mortales, en un ambiente de prosperidad.

Siguió a Taichu al gran salón, donde un anciano de cabello y barba blancos se acercó sonriendo. El anciano tenía una expresión amable y miró a Qiao Xuan sonriendo: "¿Este es tu nuevo discípulo?"

Taichu asintió: "Así es."

El Sabio Donggan acarició su barba pensativo y sonrió: "Antes nunca aceptabas discípulos, es bastante sorprendente."

Taichu miró de reojo al joven y sus labios finos se entreabrieron: "Simplemente llegó el momento adecuado."

En ese momento, todos los ojos estaban puestos en ellos. Qiao Xuan estaba un poco nervioso, no se atrevía a hablar y solo mantenía una actitud obediente.

El Sabio Donggan no hizo más preguntas y le dijo a Taichu: "Tengo algo que discutir contigo."

Taichu respondió: "Bien."

Se volvió hacia Qiao Xuan y le dijo: "Puedes dar una vuelta por aquí, pero no te alejes demasiado. Vendré a buscarte más tarde."

Qiao Xuan asintió obedientemente.

Taichu y el Sabio Donggan se fueron, llegando a una amplia cámara secreta con un mapa estelar colgado al frente.

El Sabio Donggan mostró una expresión preocupada y le dijo a Taichu: "Incluso si no hubieras venido, yo iba a buscarte. Últimamente, observando el cielo nocturno, noté que algo no está bien..."

Taichu guardó silencio por un momento y dijo: "Cuando venía hacia aquí, pasé por un pequeño pueblo donde todas las mujeres daban a luz niños muertos, y esto ha estado sucediendo por un tiempo."

Al escuchar esto, la expresión del Sabio Donggan se volvió aún más seria. Habló lentamente: "¿Crees que está relacionado con ese asunto...?"

Taichu asintió: "Aún no estoy seguro. Decidí enviar una carta a Fuyi, pidiéndole que esté atento a los movimientos en el inframundo. Espero estar preocupándome en vano..."