Dos días después los padres de Orquídea llegaron a la casa y los tres se abrazaron al verse de nuevo con llantos incluidos.
—Qué lindo que hayan podido verse otra vez, ¿no papá?
—Sí, hija —le sonrió y regresó la vista al reencuentro.
—Estás hermosa, querida —le dijo su madre acariciándole las mejillas.
—Gracias, mamá, a ustedes los veo bien también.
—Nosotros estuvimos bien, pero preocupados porque hacía tiempo que no nos llamabas.
—Lo siento, fue algo que no estaba en los planes de nadie.
—Entendimos cuando nos llamó tu jefe —contestó su padre.
—Hay algo que deben saber —comentó Nathaniel acercándose a ellos—. Su hija y yo somos pareja, no soy más su jefe y ella tampoco es mi empleada.
—Pensamos que regresarías luego de un tiempo —declaró Susan, la madre.
—Esa era mi idea también, pero no fue así, pasadas las semanas nos empezamos a gustar y bueno, surgió la relación que ahora tenemos.
—Quiero mucho a su hija y tengo intenciones serías con ella —confesó Nathaniel frente a todos.
—No sabemos qué decir porque creímos que ella regresaría a su casa —fue el turno de Archibald, el padre de la joven, en hablar.
—Sobre eso me gustaría conversar con usted por la tarde y acerca del negocio.
—De acuerdo.
—Por lo pronto, su hija les mostrará dónde dormirán en estos días que pasarán con nosotros.
—Vengan conmigo —les dijo la muchacha.
Después de que se acomodaron, pasaron al jardín trasero donde los esperaba una mesa puesta para almorzar.
Luego de la comida, los padres de Orquídea tomaron una siesta, Nate trabajó, Felicity y la joven pasaron tiempo juntas y Susan y James, los abuelos de la niña quisieron caminar por los campos de zinnias que no estaban muy lejos de donde estaba la finca.
Dentro de la casa, las dos estaban dentro del cuarto de la niñera charlando y riéndose.
—Me alegro mucho de que estés de nuevo con nosotros.
—Yo también estoy feliz, Felicity. ¿Sabes que tu padre me dijo que mis padres son tus nuevos abuelos?
—No, no me dijo nada, ¿eso quiere decir que tú serás mi mamá de verdad? —cuestionó contenta.
—Tu padre me ha pedido que me case con él, ¿quisieras decirme lo que piensas? ¿Te molesta o no quieres?
—¿Por qué crees que me molesta eso si sabes que yo pienso que eres mi madre?
—Porque una cosa es una madre y otra unirme a él, es tu verdadero padre y yo me integro a esta familia.
—Te adoro y me encantaría que fueses mi madre de verdad y para eso tienes que casarte con él, así que, sí, quiero que te cases con papá, no me molesta sino todo lo contrario —la abrazó por el cuello y la joven la abrazó por la cintura al tiempo que le frotaba la espalda y le daba un beso en la mejilla.
—Yo también te adoro, Felicity, eres una niña muy buena y me encantará ser tu madre del corazón.
—¿Qué es eso?
—Es cuando no están en la panza de la mamá, ya sea por adopción o porque es la hija de su pareja, aunque es otra la palabra.
—¿Cuál?
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Vientos de Cambio ©
Tiểu Thuyết ChungOrquídea se ve obligada a buscar empleo en la ciudad próxima al pueblo donde vive, pero no de lo que se graduó, maestra rural, sino de niñera. Para fortuna de ella, el dueño decide contratarla para cuidar a su hija, pero de a poco las cosas cambian...