Menos mal que me he secado el pelo, de no haberlo hecho estoy seguro de que, al subir al terrado, la cabeza se me habría puesto como un pompón blanco y negro.
—¿Mingi? —pregunto caminando mientras miro a todas partes.El cielo ya está oscuro y, gracias a la época del año en la que estamos, luce totalmente despejado y lleno de estrellas.
—¿Hongjoong?
Doy un respingo y me pongo a mirar a todas partes. En uno de los muros que separa mi edificio de los demás se asoma una mano y me saluda.
—Estoy aquí.
—Anda. —Me río—. Me siento imbécil ahora mismo, no sabía esto.
Me echo a reír mucho más, sobre todo porque realmente me siento imbécil. Todo este tiempo podríamos haber subido al terrado y… Bueno…, mejor no sigo por ahí, porque lo de la ventana del baño ya es suficientemente raro como para añadirle el muro del terrado que separa nuestros edificios.
—Ten esto un momento —dice pasándome dos botellas.
—¿Té helado y cerveza?
—El té es para ti; la cerveza, para mí.
Pongo cara de tonto. No es que quiera cerveza, ¡la odio!, pero ¿por qué él cerveza y yo té helado?
Dejo de comerme la cabeza cuando escucho que comienza a correr al otro lado, salta y trepa por el muro.
—Oh, Dios… Pero ¡¿qué haces?!
Acaba de trepar y con un brinco aterriza en mi terrado. Yo lo miro de pies a cabeza comprobando que no le falta nada y él me sonríe tan tranquilo.
—¿Sorprendido?
—Dios… ¿Ahora también eres Spiderman?
Se ríe y coge las botellas de mis manos.
—Deja de creer que soy un superhéroe, Hongjoong.
—¡¿Qué?! ¡No! No lo he dicho en ese sentido…
—Ya, claro. Y lo de compararme con Ironman, ¿qué? —pregunta con una sonrisa socarrona en los labios.
Me pongo rojo. Estoy seguro de que acabo de ponerme muy rojo.
—¿Cómo sabes eso? —pregunto escandalizado.
Levanta la cerveza y me pasa el té helado.
—Te emborrachaste, ¿no lo recuerdas?
Ay, madre. Ay, madre ¿Él me vio borracho?
—Tu cara me dice que ahora mismo no te acuerdas ni de cómo te llamas —dice, y se ríe—. Te lo resumo: bar, tú, muchas cervezas, yo, un pimentero, una barra y muchas canciones.
Arrugo la cara. No he entendido nada. Pero nada de nada.
—¿Qué? —suelto completamente perdido.
—Vale, da igual. Solo que sepas que terminé enterándome de que, según tú, me parezco a Ironman.
Me muerdo el labio y me tapo la cara con una mano. ¡Qué vergüenza!
—Dios mío, ¿y de qué más te enteraste?
Me sonríe de medio lado mientras avanza por mi terraza como si fuera la de su edificio.
—¿Tienes vértigo, Hongjoong? —pregunta.
De reojo miro el muro que está en la otra parte del terrado. Ese da a la calle.
—No.
—Bien.
Me tiende una mano y yo la acepto un poco reticente. Me ayuda a pasar al otro lado y nos sentamos en el murillo, ese que da a la calle. Debajo de nosotros solo hay unos escasos cuarenta centímetros de suelo. Es lo único que nos puede salvar si resbalamos.
—Mira —dice, bebiendo un sorbo de su cerveza y mirando hacia abajo—, tienes la ciudad a tus pies, Hongjoong.
Me sonríe de medio lado por segunda vez y se ofrece para abrir mi té. Yo niego con la cabeza y lo abro yo mismo.
—Las vistas son fantásticas —digo mientras también bebo mi té y contemplo la ciudad bajo mis pies.
¡Es impresionante! Los coches circulan, las farolas iluminan las calles, la gente camina por la acera; aunque es de noche, hay gente por la calle. Escucho que él se ríe a mi lado.
—Son alucitupendas.
Levanto una ceja y lo miro como si acabara de oír a un mono hablar.
—Eso no existe.
—Claro que sí, me lo enseñaste tú.
Me río.
Dios mío. Creo que ahora mismo desearía seguir sin recordar nada. ¿Alucitupendo? ¡Santo Dios! ¡Qué dolor de oídos! Y ya mejor ni hablo de lo que me haría mi profesora de lengua de primaria si me oyera.
—¿Se puede saber por qué te dije semejante disparate lingüístico? —pregunto después de dar otro pequeño sorbo.
Me mira, clavándome sus ojos gatunos en la cara.
—Te pregunté sobre mí y me soltaste eso —confiesa.
Creo que el té se colapsa en mi garganta o se va por un sitio equivocado, porque me atraganto.
Lo miro con la cara más horrorizada que puedo poner. ¿Qué más le he dicho estando borracho?
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El chico del baño de al lado ✓ Minjoong [Ateez]
FanfictionDespués de un primer encuentro un tanto desastroso, las citas en la ducha en las que Hongjoong y Mingi se conocen se vuelven más frecuentes. Hongjoong tiene un novio, un chico con el que ya lleva ocho años; a su vez, Mingi también tiene pareja desde...