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—Estoy demasiado molesta ahora mismo.

Mamá pone el batido frente a mí, le sonrío mientras muerdo mi tostada.

Vine tan rápido como pude deshacerme de la decoración navideña y la cita médica de Antonella. Estoy muriéndome de nervios.

Cómo era obvio, Ashley llamo a mamá para quejarse de la estupidez que vió ayer en la tienda.

Hasta Lucrecia está irritada por la actitud de su mamá. Sobre todo porque se ha llevado gran parte del sermón.

Esto es ridículo.

—No quiero hablar ni estresarme. —musito viéndome en la cámara delantera de mi teléfono.— Mira, me salieron muchos granos por culpa del estrés, ya me bajó. El último del mes.

—No sé por qué los cuentas tan emocionada, como si tuvieras vida sexual. —se detiene en seco y me mira.— ¿Ya tienes vida sexual?

—No, mamá.

—¿Segura? Porque yo no me enojaría, Karol. Ya estás grande, eres una adulta.

—Mamá, te juro que no. —me río mientras froto mi nariz.— Sigo siendo virgen.

—O sea que tú y Ruggero...

—No, no. Nada de eso. —sacudo la cabeza.— No niego que a veces cuando dormimos juntos me imagino cosas... Pero nunca ha sucedido nada.

—Esa mirada y esa sonrisita no son de nada.

Me río y muerdo mi labio inferior.

No ha sucedido nada. De verdad.

Pero...

Bueno, el otro día yo estaba muy..., hormonal.  Mucho, de hecho.

Y el beso de despedida terminó en Ruggero apoyándome contra la pared y sus manos en mis pechos debajo de la blusa. Pero no pasó nada porque entré en pánico y aparte escuchamos a Leonardo llamando a la puerta.

Ya después, al día siguiente le expliqué que sigo siendo virgen. Y nada de eso se ha vuelto a repetir.

Juro que no.

Aunque ganas no me falten.

—Bueno, sea como sea, puedes contar conmigo. —me promete.— Y si no quieres hablar conmigo, puedes hacerlo con Clara. Pero cuídate, ¿Sí? No creo que sea el momento adecuado en su reciente relación para tener hijos.

—Mamá...

—Digo, no me enojaría tener nietos. Me haría muy feliz. Pero creo que de tu hermano se vería más lógico que de ti. Tú apenas empezaste una relación con él y...

—Mami, basta. —detengo su crisis.— Ruggero y yo solo estamos saliendo, no tenemos nada establecido todavía. Y no hemos tenido sexo, sigo siendo virgen. Cálmate.

Me río, ella bebe un poco de agua y sacudo la cabeza. Es el momento de pensar en algo más que en eso.

Ashley está haciendo todo un drama por nuestro encuentro de ayer. Eso es más importante.

Me distraigo cuando recibo el mensaje de Ruggero preguntando qué estoy haciendo porque quiere invitarme a comer. Le digo que estoy con mamá y si quiere, puede venir a comer aquí.

No obtengo respuesta de su parte así que asumo que va a comer afuera.

Mamá me sigue contando que para su desgracia, Ashley ha estado muy intensa desde anoche esperando que alguien reaccione a su favor.

Pero evidentemente no sucede.

Todos están de acuerdo en que yo merezco una vida nueva. Sin el recuerdo de Abraham volviéndose un fastidio para mí.

Angel Of My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora