Me he disculpado con Valentina.
Hablé con Agustín.
Le lloré a Clara.
Y discutí con Ashley porque no deja en paz a mi mamá.
Mi vida está atravesando el mejor momento sin duda alguna.
Nótese el sarcasmo.
En realidad estoy odiando estar aquí, quiero estar en México con mi familia. No aquí, con gente que, como Ruggero mismo lo ha dicho, solo me da órdenes porque eso es lo que hago; trabajar para ellos.
Evidentemente, Ruggero no me habla.
No sé por qué está tan molesto si al final de cuentas ha decidido que lo mejor es dejar lo que estábamos teniendo.
Me terminaron antes de comenzar. Me siento como una fracasada.
Dejo los platos en su lugar y abandono la cocina para poder subir a la habitación.
Todos se han ido a visitar a una tía. Y por supuesto, a organizar la cena que se hará pasado mañana.
Según sé, estará toda la familia de Ruggero. Y se hará aquí.
Así que si, han venido de una empresa de limpieza a poner todo en orden. Porque al parecer lo que hice el otro día no bastó.
Dejo de buscar algo interesante que ver en la televisión cuando noto que todo está en italiano. Y en efecto, no he aprendido el idioma en absoluto.
Busco mi teléfono y respondo los mensajes de Clara. Es tan optimista que me ha asegurado que este es solo un mal momento.
Pero no lo creo..
Ruggero en serio quiso terminar conmigo.
Y qué bueno, la verdad. Mejor ahora y no después cuando haya estado realmente enamorada.
Nunca hubo nada realmente sentimental entre nosotros. Solo dormíamos juntos, reíamos y cosas así.
Mierda. Si estaba comenzando a quererle y no como amigo.
Maldito italiano.
Termino quedándome dormida a media conversación. Y cuando despierto, no es por voluntad propia, es porque escucho ruido afuera.
Y al abrir los ojos, compruebo que el sol ya está más que presente afuera. Pero no recuerdo haberme cubierto con las mantas. Según yo, me dormí hasta con zapatos.
Evito pensar demás y me pongo de pie caminado hacia el armario donde acomodé mis cosas para cambiarme de ropa.
Cuando bajo, Leonardo se ha hecho cargo de la cocina junto con Isabel. Y después de saludarlos, me entero de que tenemos visitas.
Bueno, ellos las tienen.
Una tía ha venido desde otra provincia y ha traído a su familia con ella. Se van a quedar con nosotros.
—El problema es que nos falta una habitación. —dice Leonardo. Isabel se ríe.— No creo que mi hermano la invite a dormir con él.
—¿De qué hablas?
Con disimulo señala al jardín en dónde muchas personas ocupan la gran mesa.
Sigo sin entender.
—La rubia es una ex novia de Ruggero. —dice Isabel.— ¿Cómo dijiste que se llama, mi amor?
—Allegra.
—Bonito nombre. —musito intentando no sonar ni mostrarme celosa.
Ya me cae mal.
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Angel Of My Dreams
FanfictionY entonces llega un momento en el que simplemente entiendes que el amor no fue hecho para la vida real.