Capítulo 5

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Jennie's POV.

En lugar de ir a casa de una de mis amigas, me registré en un hotel y pagué la semana en efectivo. No quería que Lisa rastreara mi paradero a través de mi tarjeta de crédito. Por suerte, tenía mi propio dinero de Floria Designs y la previsión de esconder un fajo de emergencia en casa cuando el negocio despegó. Era suficiente para pagar el hotel y mantenerme mientras averiguaba qué hacer.

¿Irse sin decir una palabra era la salida del cobarde? Seguramente. Pero necesitaba tiempo a solas para pensar, y por eso tampoco puse al corriente a mis amigas inmediatamente.

Había apagado el teléfono al salir del ático, y lo dejé apagado mientras deshacía las maletas, me duchaba e intentaba no pensar en las últimas horas ni en el agudo dolor que sentía en el pecho.

ㅡ¡Lisa! ㅡMe reí cuando Lisa entró en la ducha y rodeó mi cintura con sus brazos desde atrásㅡ. Se supone que tienes que pedir el servicio a la habitación.

ㅡPedí servicio a la habitación. ㅡSu boca recorrió mi hombro y mi cuello. A pesar del vapor que empañaba el baño, la piel se me puso de gallina de placerㅡ. Pero he decidido que antes quiero el postre.

ㅡ¿Y si no estoy de acuerdo? ㅡbromeéㅡ. A lo mejor quiero seguir el orden normal de las cosas. No todos podemos romper las reglas.

ㅡEn ese caso... ㅡLa boca de Lisa llegó a la comisura de mis labios. Una mano me acarició el pecho mientras la otra se sumergía sin prisa entre mis piernas. El placer se agolpó en mi estómago y no pude contener un suave suspiroㅡ. Tendré que encontrar la manera de convencerte, ¿no?

Cerré los ojos, dejando que el agua caliente se llevara mis lágrimas. Estábamos a kilómetros y años de nuestra primera escapada de fin de semana como pareja, pero casi podía sentir la fuerza fantasmal de su abrazo. Tuvimos sexo dos veces en la ducha; cuando salimos, la comida estaba fría, pero ni siquiera nos había importado. Habíamos devorado la comida como si estuviera recién hecha.

Me quedé en la ducha más tiempo del que debería, pero el agua, el calor y las emociones de la noche conspiraron para hundirme. En cuanto mi cabeza tocó la almohada, me desmayé.

Cuando me desperté a la mañana siguiente y finalmente encendí mi teléfono, tenía docenas de mensajes perdidos, llamadas y mensajes de voz de mis amigas y Lisa. Debió de ponerse en contacto con ellas cuando llegó a casa y me encontró desaparecida.

Envié un mensaje rápido al chat del grupo asegurándole a mis amigas que estaba bien y que les contaría todo más tarde antes de respirar hondo y abrir los mensajes de voz de Lisa.

Mi corazón se estrujó al instante al oír su voz, que aumentaba de pánico con cada mensaje.

Lisa: ¿Dónde estás?

Lisa: Jen, esto no es gracioso.

Lisa: Siento haber perdido nuestro vuelo. Surgió una emergencia laboral y tuve que ocuparme de ella. Aún podemos hacer el resto del viaje.

Lisa: Maldita sea, Jennie. Entiendo que estés enfadada, pero al menos hazme saber que estás bien. Yo no... mierda.

Una retahíla de maldiciones se mezcló con el inconfundible golpeteo de la lluvia contra el hormigón de fondo. La hora del mensaje era las 3:29. ¿Qué demonios hacía fuera tan tarde?

Buscándote.

Aplasté el pensamiento tan rápido como surgió, en parte porque no creía que la nueva Lisa haría algo así y en parte porque me dolía demasiado pensar que lo haría.

Queen of Greed | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora