Queen of Greed | Jenlisa

Capítulo 13

Lisa' POV

ㅡ¿Qué demonios haces aquí? ㅡGolpeé a Faye contra la pared, mis palabras goteaban veneno en el oscuro pasillo.

Encontrarme con ella anoche podría haber sido una casualidad, ¿pero dos noches seguidas? Eso no era una coincidencia. No cuando Faye estaba involucrada.

Contraté a un investigador privado con el que había trabajado en el pasado para que la investigara en cuanto salí del bar, pero aún no había descubierto nada. Eso ya de por sí era preocupante; normalmente tenía un informe completo para mí en doce horas, lo que significaba que Faye era muy buena cubriendo sus huellas.

Y la única razón por la que alguien cubriría sus huellas era si tenía algo que ocultar.

ㅡAsistiendo a la inauguración de un restaurante, como tú y tu encantadora esposa ㅡme dijo, aparentemente imperturbable por mi hostil saludoㅡ. Mi invitación de boda se perdió en el correo, pero ella es preciosa. Ya veo por qué no puedes dejar de mirarla.

Unas agujas árticas de miedo me atravesaron la columna vertebral, seguidas de un lento hervor de rabia.

ㅡSi tocas un solo mechón de cabello de su cabeza ㅡdije en voz bajaㅡ, no habrá lugar en la tierra donde no te persiga y te mate tan lentamente que suplicarás tu muerte. ㅡMi brazo apretó con más fuerza su garganta. No se inmutó, pero algo brilló en sus ojos antes de sumergirse bajo charcos de hielo verde.

ㅡNo me encontraste en todos estos años. No hasta que aparecí justo delante de tu cara.

ㅡNo estaba buscándote.

ㅡNo. Estabas demasiado ocupada construyendo tu imperio para acordarte de tu querida hermana. ㅡSu boca se curvó con una sonrisa sin graciaㅡ. ¿Qué tal sabe el dinero, Lisa? ¿Tan bueno como siempre habías soñado?

Maldita sea. Solté una maldición por lo bajo y solté un suspiro, pero me mantuve entre ella y el comedor.

ㅡTe lo preguntaré de nuevo. ¿Qué mierda estás haciendo realmente aquí, y cómo demonios conoces a Sebastian?

La había interceptado al salir del baño después que se encontrara con Jennie. Era un cambio de papeles con respecto a la noche anterior, cuando se había marchado sin responder a ninguna de mis preguntas sobre dónde había estado, cómo me había encontrado y por qué había vuelto a aparecer después de más de una década de silencio.

ㅡNo eres la única con contactos. ㅡFaye se alisó la chaqueta. Se había arreglado para la inauguración, pero incluso con ropa de diseñador el destilaba problemasㅡ. Estamos muy lejos de Whittlesburg, ¿no?

Mi mandíbula se apretó, su presencia y la mención de nuestra ciudad natal desenterraron recuerdos que era mejor dejar enterrados.

ㅡLas dos saldremos de aquí algún día. ㅡLos ojos de Faye brillaban con una determinación pétrea propia de alguien mayor que sus catorce años. Un moretón oscuro le marcaba la cara en el lugar donde nuestra madre de acogida la había golpeadoㅡ. Y cuando lo hagamos, todos pagarán.

Faye y yo habíamos sido hermanas de acogida en mi cuarto hogar. Sólo era un año más joven que yo y había sido lo más parecido a una aliada que tuve en aquel infierno hasta que se metió con el grupo equivocado y acabó en el reformatorio por provocar un incendio en mi último año de instituto. Me había negado a proporcionarle una coartada falsa; acababan de aceptarme en Thayer y no podía arriesgarme a arruinar mi futuro por el delito de otra persona. No había vuelto a verla ni a saber nada de ella desde entonces.

Hasta anoche.

ㅡNo te preocupes. No tocaré a tu preciosa esposa. Simplemente quería saludarte aunque no debiera. ㅡEl destello de emoción anterior resurgió y desapareció tan rápido como antesㅡ. Si no quieres que la gente te encuentre, no deberías salpicar tu cara por todo Wall Street Journal y los periódicos de sociedad. ㅡFaye pasó a mi ladoㅡ. Ahora, si me disculpas, tengo una cena a la que volver.