Queen of Greed | Jenlisa

Capítulo 44

Jennie's POV

Tres meses después

ㅡ¿Seguro que estarás bien?

ㅡSí. Vete. ㅡAlex me hizo señas para que me fueraㅡ. Es tu cumpleaños. Diviértete. Te prometo que no quemaré la tienda.

ㅡNo tiene gracia después del percance con la plancha. La culpa inundó su rostro.

ㅡEso fue un error, ¿de acuerdo? He aprendido la lección. Ahora vete a pasar el día con tu novia buenorra o el próximo incidente con la plancha no será un 'percance'.

ㅡBien. Convénceme. Deja que contrate a alguien que amenaza a su propio jefe ㅡmurmuré con buen humor al salir.

Alex había sido una de mis asistentes virtuales antes de mudarse a la ciudad para estar más cerca de su familia. Contratarla para que me ayudara a llevar la tienda había sido una obviedad.

A pesar de mi reticencia a dejarla sola al comienzo de la temporada de graduaciones -las flores prensadas eran un regalo de graduación sorprendentemente popular-, mis recelos se disiparon al ver a Lisa esperándome en la acera.

Apoyaba su espalda en el auto, como si hubiera salido de la portada de GQ con unos vaqueros y una camisa gris pizarra con las mangas remangadas. Sus gafas de sol ocultaban sus ojos, pero su lenta sonrisa calentó cada centímetro de mi cuerpo.

ㅡMírate. Te sientes elegante ahora que eres dueña de un banco, ¿eh? ㅡ bromeé. Rara vez conducía su Porsche por la ciudad, pero verla delante, al lado o detrás del volante provocaba cosas impías en mi libido.

ㅡDe hecho, sí. ㅡSu áspera forma de hablar me provocó un escalofrío desde la cabeza hasta los pies.

Desde ayer, Lisa -o mejor dicho, la empresa de Lisa- era oficialmente la nueva propietaria del Banco Sunfolk. La institución que había sido responsable de gran parte de la agitación de sus competidores había aterrizado en agua caliente en los últimos tres meses. El contrato filtrado sólo había sido la punta del iceberg; tras su arresto y detención, el director general había sido encontrado muerto en su celda debido a un incidente no revelado. Todo el mundo sospechaba que se trataba de un crimen, pero nadie podía confirmar nada.

Desde entonces, Sunfolk había pasado por dos presidentes y múltiples dimisiones del consejo de administración antes que Lisa interviniera. Les hizo una oferta que no podían rechazar, la aceptaron y ella entró en la historia de la empresa.

Seguía preocupada por su hermana y paranoica porque el antiguo jefe de Faye nos persiguiera, pero aún no nos habíamos metido en ningún lío. Creo que Lisa se había dado cuenta que no podía pasarse la vida mirando por encima del hombro, así que se había calmado con los constantes controles e insistía en que visitáramos solo lugares seguros.

La seguí hasta el lado del copiloto y me deslicé en el asiento después que abriera la puerta.

ㅡEntonces, Señora Manobal, ¿qué tiene planeado? ㅡArqueé una ceja juguetonaㅡ. No espero otra cosa que lo mejor después de la forma en que has exagerado hoy.

Este año mi cumpleaños cayó un miércoles, y Lisa había insistido en que nos tomáramos el día libre en el trabajo para poder celebrarlo a lo grande.

Sonrió.

ㅡNo sería una sorpresa si te lo dijera, ¿verdad?

Deslizó su mano sobre la mía y la apoyó en la consola central mientras avanzábamos por la ciudad. Miré su perfil, con el corazón embarazosamente lleno.

No me importaba adónde fuéramos. Sólo era feliz pasando el día con ella.

Lisa y yo estábamos saliendo oficialmente, lo que resultaba extraño cuando habíamos estado casadas, pero ninguna de las dos quería precipitarse al matrimonio sin resolver sus problemas. La verdad, salir era divertido. Sin complicaciones, sin presiones, simplemente disfrutando de la compañía del otro.